Sociedad
27/06/2008
EFE Madrid
La mitad de los jubilados españoles considera que su situación económica ha empeorado desde que dejó de trabajar y el 60 por ciento ve insuficientes sus ingresos para vivir como les gustaría, en un momento en el que desearían viajar, realizar más actividades culturales y disfrutar de la familia. Estos son algunos datos del estudio "Estilos de vida y necesidades en la jubilación", realizado por Deutsche Bank, que indaga sobre la realidad de los retirados de entre 65 y 80 años en España, y sobre las aspiraciones y necesidades que tendrán las personas actualmente activas de 45 y 55 años. Según el informe, presentado hoy en Madrid, cuatro de cada diez califican de "insuficientes" sus remuneraciones y, sin embargo, el 81 por ciento no ha planificado ningún ahorro adicional. Dados estos resultados, no es de extrañar que los activos duden mayoritariamente del futuro de su jubilación. Así, el 25 por ciento cree que su situación económica empeorará cuando se retire, otro 25% dice no saber qué ocurrirá y tan sólo el 9% confía en que mejorará. El principal gasto no vital de los jubilados españoles va dirigido a los viajes, en los que se gastan una media anual de 1.058 euros; le seguirían la salud y el cuidado personal -526 euros de media- y las aficiones y otras actividades -383 euros anuales-. En estos datos coinciden con las personas en activo pero, sin embargo, los que aún forman parte del mercado laboral gastan más en estas actividades: 1.987 euros de media anual en viajes, 620 en aficiones y 533 en salud y cuidado personal. La familia y los amigos ocupan un lugar predominante entre las ocupaciones de los jubilados, puesto que el 93 por ciento reconoce que la mayor parte de su tiempo lo dedica a la familia. Dentro de este ámbito, el 57 por ciento dedica gran parte de su tiempo a cuidar a los nietos, mientras que otro 64% se ocupa simplemente de visitarles y un 67% declara que ayuda a los hijos en sus gestiones y tareas. Dar paseos -88 por ciento-, estar con los amigos -85%-, leer -81%- y viajar -80%- conforman el núcleo principal de actividad de los retirados. En el caso de la lectura, llama la atención el alto porcentaje que afirma leer por placer y por estar informado -77 por ciento- y el 14% que sigue estudiando cuando deja de trabajar, aunque sólo un 6% lo hace en alguna escuela o Universidad. El espíritu viajero es un rasgo del jubilado español, si bien un 65 por ciento prefiere las excursiones de un día y el 56 por ciento los viajes por España, playas, islas o el turismo de interior. El 20 por ciento se atreve con los viajes por Europa e incluso el 10 por ciento se lanza a grandes periplos fuera de este continente. La actividad física más extendida sería el senderismo -48 por ciento-, aunque destaca el 23 por ciento que acude a gimnasios para practicar yoga, pilates, aquagym o natación. El cuidado personal y la belleza no ocupan mucho tiempo a este colectivo, dado que sólo el 36 por ciento reconoce dedicarle tiempo a estar bien y con una gran diferencia entre sexos: el 47% de las mujeres frente al 22% de los hombres. Curiosamente, sólo un 20 por ciento suele ir a balnearios o spas, un porcentaje muy similar al de los que acuden a tratamientos de belleza, limpieza de cutis o manicura. Sólo un 7 por ciento ha recurrido a un tratamiento anti-edad y tan sólo un 0,6% dice haberse sometido a una intervención de estética, arrugas, celulitis o botox. Internet tampoco es una actividad que haya aún cautivado a lo mayores porque sólo el 13 por ciento navega por la red. Para finalizar la radiografía, el 48 por ciento siguen activos después de dejar el mercado laboral, ya que el 33 por ciento realiza actividades en una asociación vecinal o parroquial, el 22% sigue trabajando y el 18% dedica su tiempo al voluntariado.
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