
A veces leemos o vemos a personas haciendo cosas, de manera “desinteresada”, o “sin pedir nada a cambio”. Quizás se arme una polémica al respecto, pero permítanme expresar que no estoy de acuerdo… Y permítanme decir por qué…
- El niño que nos entrega una flor, espera ver una sonrisa en nuestras caras…
- El niño que comparte lo que tiene, espera que con quién él comparte, también comparta con él lo que tiene…
- El enamorado que le entrega un presente a su pretendida, espera que algún día le diga que si…
- El novio que le regala algo a la novia, espera que con eso pueda fortalecer su relación…
- El esposo que hace feliz a su esposa, espera mantener la paz conyugal…
- El padre que se preocupa por sus hijos, espera que crezcan siguiendo el camino del bien…
- El millonario que entrega una generosa donación, espera el reconocimiento de las personas a su alrededor y el ser visto como un gran benefactor.
- El que se ofrece a trabajar como voluntario en un hospicio, hospital o en cualquier actividad social, lo hace porque se siente a gusto atendiendo a los necesitados.
- El que sencillamente hace el bien, espera sentirse bien consigo mismo, y con la humanidad.
Entonces, si esperamos algo a cambio. El hecho que yo mismo mantenga este blog, con el cual no recibo ningún beneficio económico y en el cual tengo que invertir gran parte de mi tiempo, es un ejemplo que no hay acciones desinteresadas. Me gusta ayudar a las demás personas, y cada vez que recibo una palabra de agradecimiento o una palabra donde me dicen que solucionaron sus problemas gracias a alguna frase o párrafo que leyeron en mi blog, me siento que estoy siendo recompensado.
Entonces no es desinteresado. Tengo un interés.
"Claro, no todos tenemos los mismos intereses".
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