
![]() | ![]() Usado por Camilo José Cela en El gallego y su cuadrilla y otros apuntes carpetovetónicos y en Del Miño al Bidasoa, este popular refrán advierte contra los males que siempre acarrea el exceso de codicia. |
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![]() | ![]() Este refrán aparece recogido por el marqués de Santillana y por Francisco Delicado en su Retrato de la Lozana andaluza, y enseña que no han sido pocas las veces en que una persona ha perdido la oportunidad de obtener una ganancia modesta por el ansia de conseguir otra mayor. |
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![]() | ![]() La práctica y la experimentación -recuerda- son la base de todo conocimiento que se precie. |
![]() | ![]() En su sentido literal, este refrán indica que sólo del esfuerzo voluntarioso llega el buen éxito en los estudios, no por virtud de los cruentos azotes que antiguamente propinaban a sus alumnos los malos preceptores. |
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![]() | ![]() Aconseja que los problemas domésticos, sean cualesquiera, deben tratarse en privado y sin que se enteren extraños. |
![]() | ![]() Dice que, en la práctica, antes suelen enamorar las mujeres feas, pero simpáticas, que las bellas vanidosas y sin humor. También lo afirma otro refrán: Fea con gracia, mejor que guapa. |
![]() | ![]() Es réplica contra el que alaba con exageración los valores y excelencias de algún lugar. |
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![]() | ![]() Este refrán, cuyo origen se remonta a las antiguas justas de caballería, en las que los contendientes, entre hábiles escaramuzas, se arrojaban recíprocamente sus cañas, se usa para expresar que, a menudo, lo que comienza siendo un juego acaba por generar situaciones graves. Así se recoge en el Quijote: "No hay amigo para amigo: las cañas se vuelven lanzas". |
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![]() | ![]() Manifiesta que cuando se trata de ajustar asuntos de dinero, la claridad debe ser la regla de oro, igual que es la consistencia en la preparación del buen chocolate. |
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![]() | ![]() Se dice porque esta leguminosa, bien cocida, se reblandece hasta tal punto que no precisa masticación. De todos modos, su ingestión -ya se sabe- es opcional, pues como muy bien advierte otro refrán: son lentejas: si quieres, las comes, y sino, las dejas. |
![]() | ![]() Cualquier cosa que se haya realizado con tiempo y dedicación transmitirá en su acabado la impronta de lo bien hecho. |
![]() | ![]() Convertida con el tiempo en refrán, esta famosa sentencia del Oráculo manual y arte de prudencia de Baltasar Gracián continuaba así: "...y aun lo malo, si poco, no tan malo. Más obran quintas esencias que fárragos". Y es que, como recuerda otro conocido refrán, A buen entendedor, pocas palabras. |
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![]() | ![]() Dice que la educación y las buenas maneras no suponen traba alguna para defender con energía cualquier convicción o ideal. |
![]() | ![]() Sirve de réplica al pedante que presume de llevar siempre la razón. Según Manuel Villaverde, es posible que el llamado Blas fuera un señor de horca y cuchillo, ante el cual toda apelación era sistemáticamente rechazada. |
![]() | ![]() Recrimina a las numerosas personas dispuestas siempre a compartir lo ajeno, pero reacias a que nadie disfrute de los suyo. |
![]() | ![]() Porque lo realmente valioso rara vez se consigue sin trabajo y esfuerzo. |
![]() | ![]() El refrán juega con el doble sentido y vale tanto como consejo sobre la ropa interior, que como guía para gobernantes. |
![]() | ![]() Se utiliza como expresión de consuelo cuando, por descuido o glotonería, se come algún alimento de dudosa calidad o procedencia. |
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![]() | ![]() Es expresión que se usaba antiguamente entre "algunas mujeres desbaratadas -dice Rodríguez Marín-, tan libres como liberales, cuando saben ser censuradas, y así creen justificar su libertad". Hoy se sigue empleando como respuesta a una represión por un acto desvergonzado. |
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![]() | ![]() Se dice irónicamente de la desgracia a que puede arrastrar la pasión amorosa, tal como les sucedió a los célebres amantes Diego Martínez de Marcilla e Isabel Segura, separados por el infortunio, aunque fundidos en el amor. |
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