"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
A tortas con el guagüero.
14-08-2008
El conductor de Guaguas Miguel Ángel Sánchez, ayer, durante su estancia en el hospital. LA PROVINCIA/DLP
Bajarse de la guagua para comprobar un golpe con un turismo en plena calle Mas de Gaminde casi le cuesta la vida a un chófer. Podría haber sido peor si un compañero que pasaba por allí no le separa de los agresores.
ELISA ARDOY - RAÚL GIL - LPGC- Un pequeño choque entre una guagua municipal y un turismo acabó en una paliza en plena calle el pasado miércoles por la tarde. El conductor, Miguel Ángel Sánchez, se bajó de la guagua para comprobar las consecuencias de un roce a la altura de la calle Mas de Gaminde.
Según el chófer, al intentar solucionar el problema con los dos ocupantes del vehículo, éstos empezaron a gritarle e insultarle y a los pocos segundos a golpearle."Me dieron un puñetazo en el oído y luego empezaron a darme patadas y codazos. Menos mal que no llegué a caer al suelo porque, si no, me hubieran matado", recordaba Miguel Ángel ayer desde su cama del hospital, al que fue llevado por una ambulancia tras el incidente, ocurrido a las 19.30 horas.
Se salvó gracias a la ayuda de un compañero que circulaba por la zona con otra guagua, quien le quitó a uno de los agresores de encima y él pudo zafarse del otro. "Cuando me pegaban sólo pensaba en mi hijo de dos años", decía el chófer, que lleva trabajando en Guaguas Municipales cuatro años. En este tiempo, Sánchez nunca había pasado por algo así.
Reconoce que sí ha tenido algún enfrentamiento, pero que para evitar conflictos "acabas dándole la razón al usuario".
Todavía con el susto en el cuerpo, Miguel Ángel se planteaba ayer seguir en este trabajo en el que no hay seguridad. "No merece la pena. Un día me dan una paliza, me dejan paralítico y no puedo volver a abrazar a mi hijo. Prefiero dedicarme a la construcción o conducir un camión", apunta.
Cuando llegó la Policía Nacional, los agresores, padre e hijo, llegaron a denunciar al propio chófer de agredirles, pero éste está tranquilo porque tiene varios testigos, entre ellos los usuarios de la guagua de la línea 2.
"A nadie le dio tiempo de hacer nada porque pasó todo muy rápido", justifica. Por desgracia éste no es un caso aislado, ya que cada año suele haber dos o tres agresiones.
Según informó el Ayuntamiento, la Policía Nacional interrogó a los presuntos culpables, a los que se les imputa una falta de agresión, para lo que tendrán que presentarse el próximo lunes en los juzgados de Granadera Canaria, donde se someterán a un juicio rápido.
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