jueves, 2 de junio de 2011
La demostrada capacidad de CC.OO. y UGT para asumir y justificar los sucesivos recortes de derechos sociales y económicos de las clases trabajadoras, no permiten realizar previsiones positivas acerca del futuro inmediato.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
CANARIAS SEMANAL
“¡Lo queremos todo y lo queremos ya!”. En la "negociación" sobre los convenios colectivos, la patronal española acaba de hacer suya la frase, de reminiscencias sesentaiochescas, que en estos días ha vuelto a escucharse en las plazas y parques de todo el país. Aunque, eso sí, con una diferencia sustancial. Mientras en labios de los manifestantes indignad@os la reclamación encierra cierto componente de ingenuidad, la exigencia de los grandes empresarios se realiza desde una posición de fuerza alimentada por la sumisión absoluta a sus intereses de los sindicatos mayoritarios. Conscientes de su propio poder, los portavoces de la CEOE se presentaron a la última de las reuniones que vienen manteniendo con los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández “Toxo” y Cándido Méndez, con un borrador de “máximos” que supera con creces las últimas concesiones que éstos habían aceptado realizar.
El borrador previo para la reforma de los convenios colectivos, que había sido aceptado por las dos centrales sindicales, contemplaba la introducción en los mismos de la llamada "flexibilidad interna". Concepto que se refiere a la posibilidad ofrecida a las empresas para imponer sus propios convenios descolgándose de los de nivel sectorial o provincial. Sindicatos y patronal habían acordado, asimismo, suprimir el fin de la prórroga que actualmente se aplica los convenios después de que concluye su periodo de vigencia, aplicando unos plazos máximos para establecer los nuevos, así como la figura de un árbitro o mediador para resolver posibles conflictos. El acuerdo, que tanto Toxo como Méndez esperaban firmar a comienzos de este mes atacaba, pues, los mismos cimientos de la negociación colectiva abriendo el camino para su progresiva desmantelación.
El nuevo documento presentado por la CEOE, sin embargo, muestra que el lobbyempresarial ha decidido terminar definitivamente con las medias tintas. En lo referente a la prórroga de los convenios exigen ahora que éstos decaigan, sin más, si después de seis meses de su caducidad no se ha renegociado un nuevo acuerdo. Medida que suprimiría todos los derechos recogidos en tales convenios, obligando a los trabajadores a discutir directamente con la empresa sus condiciones laborales partiendo de cero. Reclama, igualmente, que la empresa sea el único ámbito donde se decidan los cambios de horarios, de jornadas o de movilidad funcional. Por boca de su presidente Juan Rosell, la CEOE expresó también su pretensión de que se reduzca la cobertura de los convenios, excluyendo de ellos a diversos colectivos de trabajadores. La patronal española plantea, en suma, una reformulación ultraliberal de las relaciones laborales que significaría la última vuelta de tuerca en la precarización del trabajo. Con la aplicación de los nuevos criterios la empresa estaría en disposición de efectuar cualquier descuelgue de los convenios establecidos incluido, por supuesto, el salarial.
El decretazo “psocialista” a las puertas
Este brusco aumento de las exigencias empresariales ha terminado por romper las negociaciones con las centrales sindicales justo cuando - en palabras del Secretario General de CCOO Fernández “Toxo” - "estaban a un cuarto de hora de llegar a un acuerdo".
Si las negociaciones no se reinician con carácter inmediato, algo altamente improbable, corresponderá al Ejecutivo Zapatero aplicar mediante decreto la contrarreforma que, de manera insistente, vienen solicitando a España las Instituciones Financieras Internacionales y la Unión Europea. En el envalentonamiento empresarial y el ánimo del Gobierno tienen un considerable peso los renovados rumores de un posible "rescate" de España como el aplicado a Grecia y Portugal. Rescate que vendría acompañado de la imposición por parte del FMI y la UE de medidas "liberalizadoras" del mercado laboral como las propuestas por la CEOE. Según adelantaba este martes 31 mayo la prensa de ámbito estatal, diferentes federaciones patronales han comenzado ya a distribuir el documento de las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional a Portugal, tomando el mismo como base de sus reclamaciones. El Ejecutivo socialdemócrata deRodríguez Zapatero, por su parte, ha continuado trasmitiendo a estas instituciones y a los eufemísticamente llamados “mercados” – los representantes del gran Capital transnacional –su disposición a efectuar cualquier "ajuste" que se le solicite para evitar el temido rescate. Semejante contexto internacional, y la demostrada capacidad de CC.OO. y UGT para asumir y justificar los sucesivos recortes de derechos sociales y económicos de las clases trabajadoras, no permiten realizar previsiones positivas acerca del futuro inmediato. El decreto gubernamental sobre la reforma de los convenios responderá, una vez más, a las exigencias básicas de la patronal española.
Etiquetas:
CCOO,
CRISIS ECONÓMICA,
GOBIERNO DE ESPAÑA,
LABORAL,
REFORMA LABORAL,
UGT
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario