
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
25-07-2008
La imagen de Santiago, ayer, a las puertas de la iglesia de Gáldar.
Por todo lo alto celebraron ayer las localidades de Gáldar y San Bartolomé de Tirajana la festividad de Santiago Apóstol, patrono de ambos municipios. Los fuegos artificiales y la música fueron protagonistas de una jornada que comenzó desde la mismísima madrugada y donde los actos religiosos -además del traslado del pendón real en Gáldar- centraron el resto del día.
M. J. MONZÓN / FÁTIMA YRÁYZOZ - GÁLDAR / SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA. Gáldar celebró también ayer la festividad principal de Santiago, que comenzó por todo lo alto desde la mismísima madrugada del jueves con una espectacular exhibición de fuegos artificiales y música. La pirotecnia provocó el aplauso espontáneo de los miles de vecinos que quisieron disfrutar de la noche de la víspera de fiestas.Por la mañana, los actos religiosos centraron la actividad, con la procesión y el traslado del pendón real. En ella se contó con la asistencia de los alcaldes de Arucas, José María Ponce; Guía, Fernando Bañolas; Moya, Antonio Perera; Firgas, Manuel Baéz; Valleseco, Dámaso Arencibia; y la directora general de Consumo, Sinesia Medina, entre otras autoridades.Después de la solemne función religiosa oficiada por el sacerdote Carlos María Marrero, la imagen del santo apóstol, patrón de Gáldar, salió en su procesión anual por las calles del casco de Gáldar, acompañada por los sones de la banda de música de la ciudad.El canto del himno a Santiago, entonado por los vecinos de Gáldar, cerró la mañana religiosa después del regreso de la imagen del santo a su templo.Posteriormente llegó el momento del aperitivo en los bares del casco de la localidad y el deambular con la chiquillería de puesto en puesto a comprar las chucherías de fiestas antes de sentarse ante la mesa familiar para disfrutar del almuerzo del día grande de Gáldar.BATALLA DE FLORES. Casi sin tiempo para el descanso, los galdenses salieron de nuevo a las calles para disfrutar de la tradicional batalla de flores, en la que se desata la alegría vecinal dejando el asfalto de las calles principales cubiertos del colorido de los confeti.La fiesta del día principal de Santiago siguió ayer viernes en Gáldar con la llegada de la noche, que trajo un multitudinario concierto del cantante portorriqueño, Edwin Rivera, que llenó de ritmos salseros la plaza de Santiago. Para los que se quedaron con ganas de jolgorio, se celebró la verbena de Santiago, la última de este mes de julio, en el que los vecinos de Gáldar han celebrado sus fiestas mayores.También, al mediodía de ayer, en la iglesia de Santiago de la Villa de Tunte, se celebró la solemne misa de peregrinos oficiada por el vicario episcopal del Sur Francisco González y acompañada por los cantos de la coral Haderech. El vicario aprovechó la liturgia para comunicar que se ha abierto una cuenta bancaria para recaudar fondos de los feligreses y vecinos en aras a restaurar la imagen ecuestre del apóstol: "El caballo lleva mucho tiempo enojado y el pobre está fatal", dijo el vicario. Una hora más tarde, la Banda Alegre interpretaba el himno nacional para anunciar la salida del santo y el inicio de la procesión. Aplausos y más de un grito. "Viva Santiago. ¡Acuérdate de nosotros", se pudo oír entre los numerosos vecinos y vecinas congregados alrededor de la iglesia y los tenderetes.PROCESIÓN. Los soldados de una unidad de gastadores de Infantería de Marina escoltaron la imagen del apóstol Santiago junto con un grupo de feligreses durante su pequeño recorrido -poco más de media hora- en procesión por las calles de costumbre en la localidad. Precediendo al paso y con mucha solemnidad protocolaria, desfiló una nutrida representación de la corporación municipal. Junto a ellos, varios representantes de la Policía y de las fuerzas armadas.Tras el regreso de la imagen a su templo, la Banda Alegre volvía a interpretar conocidos temas musicales de verbena para incitar al baile a los cientos de vecinos y foráneos que un día más, no quisieron perderse esta típica festividad de verano. Este año, las temperaturas no han sido tan insufribles, como en los anteriores. En las barras de los tenderetes y en los puestos de helados y granizados repartidos por las principales vías no se paró de servir refrigerios a precios populares.La tarde se alargó con copiosos almuerzos familiares y como mandan las tradiciones, ya por la noche, a la fresca, la verbena no dejó a nadie sin bailar.
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