"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
La niña de la estiba
25-07-2008
Un momento del acto conmemorativo del aniversario del fallecimiento de Belén María. LUIS DEL ROSARIO
Los estibadores de Las Palmas de Gran Canaria celebraron ayer en el barrio de La Isleta el 27º aniversario de la muerte de Belén María Sánchez y el 30º aniversario de la Asociación Sindical de Estibadores Portuarios.
ÁNGEL GONZÁLEZ - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. El 25 de julio de 1980, tal día como el de ayer, Belén María Sánchez, una joven de 16 años, moría atropellada en una manifestación en la que su padre, un trabajador portuario, reivindicaba sus derechos laborales. Tras meses de lucha en busca de un convenio digno, un coche acabó con la vida de Belén cerca de donde hoy está la plaza que lleva su nombre.Desde su desaparición en aquella huelga, en la sede de estos trabajadores portuarios se recuerda cada año el aniversario de su asociación sindical, pero, sobre todo, el de la muerte de la joven, convertida ya para siempre en símbolo de la lucha del pueblo canario.Con motivo del 27º aniversario de la muerte de Belén María Sánchez Ojeda y el 30º aniversario de la creación de la Asociación Sindical de Estibadores Portuarios (Asep), familiares de Belén y varias centenas de estibadores se congregaron ayer para rememorarlos.En un acto conmemorativo celebrado junto al centro de formación portuaria, los presentes festejaron una misa ya tradicional entre ellos, en su nombre y en el de la asociación. "El objetivo no es solamente recordar lo que ocurrió, sino convertir este día en una jornada de unión de todo nuestro gremio", aseguró el hermano de la desaparecida, Juan Sánchez.Javier González, trabajador del puerto de La Luz, asiste todos los años a este evento. "Vengo siempre porque es un día emotivo para los que trabajamos para el mar y los que queremos que se respeten los derechos de cualquier trabajador", aseveró.Tras el acto litúrgico, los asistentes se dirigieron al monumento Belén María, en el que se realizó una ofrenda floral y una suelta de palomas como colofón. Con ello se pretende fijar en la retina de los ciudadanos capitalinos un suceso que, para Juan Sánchez, "no debe ser olvidado".
25-07-2008
Un momento del acto conmemorativo del aniversario del fallecimiento de Belén María. LUIS DEL ROSARIO
Los estibadores de Las Palmas de Gran Canaria celebraron ayer en el barrio de La Isleta el 27º aniversario de la muerte de Belén María Sánchez y el 30º aniversario de la Asociación Sindical de Estibadores Portuarios.
ÁNGEL GONZÁLEZ - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. El 25 de julio de 1980, tal día como el de ayer, Belén María Sánchez, una joven de 16 años, moría atropellada en una manifestación en la que su padre, un trabajador portuario, reivindicaba sus derechos laborales. Tras meses de lucha en busca de un convenio digno, un coche acabó con la vida de Belén cerca de donde hoy está la plaza que lleva su nombre.Desde su desaparición en aquella huelga, en la sede de estos trabajadores portuarios se recuerda cada año el aniversario de su asociación sindical, pero, sobre todo, el de la muerte de la joven, convertida ya para siempre en símbolo de la lucha del pueblo canario.Con motivo del 27º aniversario de la muerte de Belén María Sánchez Ojeda y el 30º aniversario de la creación de la Asociación Sindical de Estibadores Portuarios (Asep), familiares de Belén y varias centenas de estibadores se congregaron ayer para rememorarlos.En un acto conmemorativo celebrado junto al centro de formación portuaria, los presentes festejaron una misa ya tradicional entre ellos, en su nombre y en el de la asociación. "El objetivo no es solamente recordar lo que ocurrió, sino convertir este día en una jornada de unión de todo nuestro gremio", aseguró el hermano de la desaparecida, Juan Sánchez.Javier González, trabajador del puerto de La Luz, asiste todos los años a este evento. "Vengo siempre porque es un día emotivo para los que trabajamos para el mar y los que queremos que se respeten los derechos de cualquier trabajador", aseveró.Tras el acto litúrgico, los asistentes se dirigieron al monumento Belén María, en el que se realizó una ofrenda floral y una suelta de palomas como colofón. Con ello se pretende fijar en la retina de los ciudadanos capitalinos un suceso que, para Juan Sánchez, "no debe ser olvidado".
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