lunes, 16 de abril de 2012
Señor rey, señor majestad o como quiera que se diga: espero que al recibo de la presente se encuentre usted mejor, pero tampoco tanto como para salir corriendo hacia un país remoto a practicar la caza.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
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Señor rey, señor majestad o como quiera que se diga: espero que al recibo de la presente se encuentre usted mejor, pero tampoco tanto como para salir corriendo hacia un país remoto a practicar la caza.
De entrada, los españoles le agradecemos que nos haya obligado a revisar los mapas para recordar dónde quedaba Botsuana, un país que es todo él un coto de caza de lujo. Cuentan que, a razón de 30.000 euros, quien quiera se puede embarcar en un safari con escopeta incluido y llevarse como pieza unos colmillos de elefante. Es lo que llamaríamos un capricho de reyes, que es lo que le llevó a usted en «viaje privado» hasta Gaborone, que así se llama la capital de Botsuana. Por cierto, majestad, respecto a lo la privacidad de la escapada, solo una duda: ¿acaso eso significa que pagó la excursioncita con su dinero, y no con el de todos los españoles? Y si así fuera, ¿es que usted disfruta de ingresos por otro motivo que no sea el de estar sentado en el trono?
Hace unas semanas afirmaba su majestad en un discurso institucional que le quitaba el sueño el paro en España y en especial el impacto del desempleo en la juventud. Ciertamente, me lo imagino en la sabana, de madrugada, esperando que aparezca el elefante de turno, y usted meditabundo y cabizbajo, obsesionado con esos 5 millones de españoles que no tienen un puesto de trabajo.
Y eso por no hablar del don de la oportunidad que le caracteriza: se va a Botsuana cuando su yerno está en el ojo del huracán judicial y cuando su nieto mayor es ingresado por pegarse un tiro en un pie precisamente con una escopeta de caza, señal inequívoca esta última de que Felipe Juan Froilán va a ser probablemente el más Borbón de todos los hijos de sus hijos. Para más inri, majestad, nos enteramos de su accidente un 14 de abril, día de especial emoción para los republicanos… con todo esos ingredientes, entenderá que lo ocurrido da, de entrada, para más de una broma y, de salida, para concluir que su ciclo al frente de la Corona está llegando a su fin –si no es que lleva tiempo disfrutando de una prórroga generosa.
Como a todo convaleciente, hay que desearle una pronta y feliz recuperación. Como monarca, quizás habrá que pedirle una severa reflexión sobre lo ocurrido. Utilizando sus propias palabras, quizás a muchos les llenaría «de orgullo y satisfacción» que recordase lo que dijo Napoleón Bonaparte: «Una retirada a tiempo es una victoria».
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CASA REAL
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