domingo, 1 de abril de 2012
LA MÁS NECESARIA Y LA MÁS GRANDE MOVILIZACIÓN DE LA CLASE OBRERA, DEL CONJUNTO DE LOS ASALARIADOS Y DE LAS CAPAS POPULARES
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
Publicado por Colectivo Independiente de Guaguas
La “reforma laboral” ha quedado fatalmente herida. Las cañas del movimiento obrero y popular se han vuelto lanzas. A la política del Gobierno de la derecha se le ha clavado una estaca por donde pierde a chorros el respaldo social que le había encaramado a todas las palancas del poder político del Estado.
Apenas han pasado de cien días y apenas queda nada de aquella primaria y fetichista invocación al “cambio” que tan útil le resultó. Ahora el hechizo se vuelve contra el hechicero, el partido del gran capital tiene el poder pero no el consenso, la hegemonía. Y la pierde justamente por el mismo lugar que, con la ayuda de aquella falsa representación, la ganó: las devastadoras políticas sociales y laborales de derecha que llevaron a la bancarrota a la socialdemocracia. Son esas políticas, centuplicadas, las que le han arrebatado la iniciativa al Partido Popular y al conjunto de las fuerzas de la patronal.
El Gobierno se encuentra entre Escila y Caríbdis. Por una parte tiene que deshacerse de la astilla de la “reforma laboral” por donde se desangra. Cada día que pasa, los efectos sociales de la “reforma” -el desempleo, los despidos a destajo, el empobrecimiento y la desprotección de los asalariados…- agravan la hemorragia. Y por otro lado, cada día que pasa, se le hará más difícil encontrar mayor sostén que las tendencias más reaccionarias de la patronal y de la derecha.
Nada mas llegar arriba perdió la escalera por donde ascendió y cuelga en el vacío social sujeta solo por la patronal más brutal y la derecha de caverna. El poder requiere más que eso, es coacción y persuasión, miedo y consenso.
Por la misma causa en Andalucía y Asturias encajó un mazazo que modificó el signo de la tendencia. Con la huelga general y la apabullante contestación de masas, de norte a sur y de este a oeste del país, se consolida el viraje. El PP ha quedado encallado en arrecifes mucho más destructivos que los que terminaron por hundir a la socialdemocracia. Los descartaron de la carta de navegación por el desprecio con los que los petimetres de la reacción -bonsáis que se andan con aires de caobos- contemplan las capacidades, la inteligencia y el instinto del pueblo.
No fue esta una huelga y una movilización por una cuestión singular. La cuestión “singular” sintetizaba algo que la gente percibe, con razón, y que no está dispuesta a acatar: una brusco retroceso histórico a las formas más esclavizadoras del dominio del capital: la demolición del “estado social”. La “reforma laboral” colmó esta estrategia en su núcleo estructural, la relación de trabajo. Así fue vista porque así se presento, desnuda, sin siquiera una hoja de parra que encubriera las “vergüenzas”.
El 29-N no fue “solo” una gran demostración del campo de los “asalariados”, fue una gran expresión del acrecentado campo de la democracia real unificado en torno al aspecto principal que en este momento crítico adquiere la contradicción: La defensa y profundización del estado social. No en vano, ese “estado social” no lo constituye un derecho regalado, es derecho conquistado por generaciones con extraordinarios esfuerzos.
Marx con aquella fenomenal capacidad para sintetizar en una frase ideas profundas le decía en una carta a Widemeyer: “el buen socialista debe ser capaz de oír la hierba crecer”.
A nosotros, desde luego en Canarias, no se nos exige ahora oído tan fino, no se nos demanda tanta capacidad de penetración en el movimiento real de la sociedad, ni tanta anticipación para ordenar la estrategia. Solo que escuchemos lo que hasta que el más sordo oye. Toda la sociedad está atravesada de contradicciones aceleradas, serias y centrales: la “reforma laboral” y el desempleo, “las petroleras”, la pobreza, los servicios sociales y la exclusión, el desmantelamiento a lo público…una sociedad de condenados y excluidos, de trabajo sin derechos, de una minoría de plutócratas depredadores de todo lo que existe sobre la tierra susceptible de transformarse en mercancía y ser fuente de beneficio, que en su indomable afán de ganancia no se detiene ni ante el sufrimiento humano, ni ante el riesgo incluso de poner en riesgo la propia existencia de la vida sobre el planeta.
Todas esas contradicciones se reúnen objetiva y subjetivamente en un haz: la defensa y profundización de la democracia, del estado social y de derecho.
Las condiciones han madurado para que se conforme un gran bloque histórico de la democracia real y de las fuerzas del progreso. El momento es de encrucijada, de inestabilidad estructural, de cambio regresivo o de progreso, crítico en todas las órdenes. La gente lo sabe o lo intuye, por eso ocupó las calles. La derecha ni puede ni quiere, solo esa amplia convergencia dotando de fuerza política a la fuerza social nos podrá alejar del abismo. La formidable y sin precedentes movilización del 29 M es prueba inequívoca de que se puede.
Para eso no hay que ser capaz de oír la hierba crecer, suena como trueno, un día sí y el otro también.
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HUELGA,
REFORMA LABORAL
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