¡Libertad! que fácil conquistarla pero que difícil conservarla. La libertad es la capacidad que posee el ser humano de poder obrar según su propia voluntad, por lo que lo convierte en un ser responsable de sus actos. Junto con la igualdad y la justicia, a lo largo de la historia, muchas son las revoluciones que se han llevado en su nombre. Alguien -creo un premio nobel de economía-, señaló que la famosa "libertad" ha sido probablemente la palabra de la que más se ha abusado en la historia actual.
En la empresa es la facultad que se disfruta cuando son bien gobernadas de acuerdo a las normas y buenas costumbres de la misma. Son loables las sociedades que luchan por el poder en la definición de los valores de los individuos y de la persona que lucha por la aceptación social y el respeto en el establecimiento de valores de la propia en el mismo.
Dicho de otro modo: nuestra libertad presupone el complicado dinamismo en el cual se mueve la empresa, no se da de una vez y para siempre, sino que ha de ser conquistada todos los días, a través de nuestras acciones. Valga de ejemplo, cuando el consejo de administración de una empresa cesa a su director y nombra otro sin un objetivo y estrategia concreta, generalmente entiendo que la decisión es tomada por imperativo de otros intereses particulares que no suelen ser favorables a los de la empresa. Se actúa para dar la sensación de cambio y no cambiar lo importante, convirtiéndose lo importante en seguir manteniéndose en el poder del Consejo.
Existe una variante muy interesante que es cuando el propio director ofrece su puesto para mejorar la situación de cara a una estrategia, le toman la palabra y lo echan. Es muy peligroso decir “me voy para esto” porque nadie te defenderá y por el contrario siempre hay alguien que le apetece el puesto y con toda la vaselina del mundo te manda a la casa.
¿En toda esta maraña de intereses personales se puede tomar una decisión que beneficie a la empresa? Probablemente no, una empresa ante todo tiene que ser “libre”, no puede estar permanentemente presionada por las circunstancias y su entorno, debe ser ella, con momentos malos y buenos, como la vida misma con sus altibajos que son los que le forman su carácter, su idiosincrasia, su personalidad.
El gusto del público no es lo que te debe hacer cambiar, la empresa debe elegir a su cliente y no perder el derecho de admisión y mucho menos creer en el tópico que el cliente siempre tiene la razón. No, la razón de una empresa es la razón de las personas implicadas en ella y no es otra. Simple y sencillamente ser uno, y para ser uno –fundamentalmente- es ser “libre”. Libre en todas sus posibilidades y circunstancias, incluido por supuesto el cambiar a un director, pero libre, porque ser libre significa que tiene la facultad para obrar a su gusto y para escoger; no sujeto a un poder extraño o a una autoridad arbitraria, ni constreñido por una disciplina u obligación.
La primera representación escrita del concepto "libertad" se cree que es la palabra cuneiforme Ama-gi, es una palabra sumeria que expresa la manumisión de los esclavos. Traducido literalmente, significa "volver a la madre”. Urukagina fue el primer gobernante que trató de reducir las diferencias entre las clases sociales, disminuyó los impuestos, trató de anular prerrogativas que se habían atribuido el monarca y su familia, redujo los abusos por parte de los funcionarios, prohibió la explotación de las capas sociales inferiores, condonó deudas, combatió la corrupción y expidió el primer código legal registrado por la historia. El Código de Urukagina (2370 a. C.) es quizás el primer ejemplo registrado de una reforma social que trató de lograr un mayor nivel de libertad e igualdad. Limitó el poder del sacerdocio y de los dueños de grandes propiedades y tomó medidas contra la usura, los controles onerosos, el hambre, el robo, el asesinato y ataque a la propiedad de las personas y a las personas.
Rousseau afirmó que la condición de la libertad es inherente a la humanidad, una inevitable faceta de la posesión del alma, con la implicación de que todas las interacciones sociales con posterioridad al nacimiento implica una pérdida de libertad, voluntaria o involuntariamente. Él hizo la famosa frase “El hombre nace libre, pero en todas partes está encadenado”.
En ocasiones se trata a la libertad como si fuera sinónimo de la democracia, que gira más en torno a la voluntad general, sujeta a la regla de la mayoría, pero la libertad -a mi entender- además, debe estar ligada a los conceptos de igualdad y fraternidad, así la harán ciertamente “justa y perfecta”.
¿Soy libre? ¡tal vez mañana, cuando no sea esclavo de…….!
Para concluir que el único límite de mi “libertad”, fue mi pensamiento.
GNV, intentando ser un libre pensador
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