"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
Telde tendrá que insonorizar otros cinco barrios
La construcción de la tercera pista del aeropuerto de Gran Canaria (la segunda civil) que Fomento tiene previsto sobre el suelo donde se halla Ojos de Garza obligará a insonorizar las casas de otros cinco barrios de Telde, según el documento de propuesta de nuevas servidumbres acústicas que es objeto de debate en Telde, Ingenio, Agüimes y Santa Lucía.
La revisión de la huella de ruido que generan los aviones que aterrizan o despegan de Gando ha motivado la aparición de otra mancha que sobrevuela La Garita, Hoya Pozuelo, Playa del Hombre, Melenara y Salinetas, donde hay censadas más de 10.000 personas. Por sus viviendas deberán surcar las aeronaves que quieran tomar tierra en la nueva pista o usarla como lanzadera para despegues. La línea isofónica recoge que se podrían registrar en estos cinco barrios mediciones próximas a los 60 decibelios, y dado que la Ley del Ruido de 2007 fija un máximo de 40 en el interior de estancias residenciales, se hará necesario el despliegue de puertas y ventanas especiales para evitar que en estos inmuebles se disparen los sonómetros.
Telde asume con cierta resignación este hecho debido a las características del aeródromo, pero no por ello está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. El concejal de Urbanismo, José Antonio Perera, lucha para que la huella que finalmente se apruebe -y que también toca zonas industriales- no deje a nadie sin su casa o industria equipada (AENA tiene que pagar las insonorizaciones) y para que compense con equipamientos y medidas comunitarias a los afectados.
No está solo en la brega. En principio, el ente público baraja una configuración segmentada de la actual pista civil y de la nueva, "lo que quiere decir que la nueva se utilizaría sólo para despegues hacia el norte o para aterrizajes viniendo desde Telde. Eso a nosotros nos satisface porque dejaría libre de ruidos a núcleos como Carrizal ", señala Juan Carlos Sánchez, geógrafo y empleado del Ayuntamiento de Ingenio que ha elaborado con un equipo multidisciplinar las 18 alegaciones que han aprobado en respectivos plenos tanto su consistorio como el de Telde y el del municipio de Agüimes.
Eso sí, las administraciones canarias quieren que se afine más en la delimitación definitiva del área. "Han dejado fuera a El Burrero, haciendo una curva extraña, cuando todos sabemos que ahí ya se están registrando niveles importantes. Y además, la huella se ha realizado utilizando un programa informático que digamos que no está consensuado por toda la Unión Europea. Y sin ningún tipo de mediciones reales sobre el terreno.", agrega. A Sánchez le gustaría que este trabajo se complemente con estudios sonométricos que ayuden a perfeccionar la traza hecha.
En Agüimes tampoco se quedan atrás las quejas. El mapa mete bajo los decibelios a la mitad de la urbanización El Edén, en Vargas. "¿Qué pasa con el resto? ¿El ruido hace un dribbling?", se preguntan con sarcasmo.
Y en las tres instituciones, junto con Santa Lucía, se escucha el mismo reproche. A ninguna les place que el ruido de un reactor pueda también hipotecar el desarrollo de los suelos yermos que existen bajo ella. "Yo a eso no le veo sentido. Deberían dejarlo en manos de las administraciones canarias que, dicho sea de paso, considero que tendrían que tener a través de los ayuntamientos implicados mayor presencia en la comisión mixta que se encargará de informar sobre el establecimiento de dichas servidumbres y los planes de acción asociados".
Planes de acción que dirigen la ejecución de programas de aislamiento acústico, como los que se han venido ejecutando hasta ahora en Las Puntillas, Ojos de Garza y Tufia y que se tendrán que seguir perfilando.
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