viernes, 27 de mayo de 2011
Con casi tres meses de retraso, el ministro de Trabajo se dignó ayer a poner fecha a la aprobación de la reforma de la negociación colectiva.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
El economista
Con casi tres meses de retraso, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se dignó ayer a poner fecha a la aprobación de la reforma de la negociación colectiva. El acuerdo entre los agentes sociales para lograr un pacto sobre convenios se antoja bastante difícil, pero, a pesar de ello, Gómez anunció que hará un último esfuerzo y les concederá una semana más para negociar.
De este modo, si finalmente consiguen un pacto, el Gobierno aprobará el proyecto de ley en el Consejo de Ministros de la semana que viene, viernes día 3 de junio. Pero, si no hay acuerdo, el próximo día 10 de junio el Consejo de Ministros dará luz verde a su propia reforma de convenios.
"No hay tiempo material", remarcó el ministro, para garantizar que las Cortes aprueben el proyecto y para que entre en vigor antes de que acabe la legislatura.
Al mismo tiempo que el ministro anunciaba su plan, los agentes sociales reanudaban las conversaciones sobre la negociación colectiva.
La previsión de los sindicatos era recibir al presidente de la patronal para que les comunicara las líneas rojas que la Junta Directiva había decidido el pasado miércoles. Cabe recordar que la cúpula de la patronal rechazó este miércoles el preacuerdo que había logrado Joan Rosell, presidente de CEOE, con los sindicatos, y le exigió al líder de los empresarios que el cambio de los convenios debería abarcar los siguientes puntos: la eliminación total de la ultraactividad, descuelgues de los convenios totalmente flexibles y una fuerte reforma laboral que incluyera el contrato de 20 días por despido.
Pero nada de esto sucedió. Rosell llegó a la mesa de diálogo con la esperanza de poder cerrar un acuerdo y, no sólo no mencionó las exigencias de la patronal, sino que mostró su disposicion para iniciar ya la redacción del proyecto de ley.
Así que las conversaciones volvieron a reanudarse en el punto en el que se quedaron hace algo más de una semana. Exactamente, antes de que la cúpula de CEOE se rebelara contra Joan Rosell. Es decir: hay acuerdo en casi todos los puntos, con la excepción de algunos detalles en flexibilidad interna, donde se debería clarificar qué por- centaje del tiempo de trabajo de los trabajadores podrá disponer la empresa para realizar ajustes. En cuanto a la ultraactividad, parece que estaría casi cerrada, porque, en la reunión, no se planteó la necesidad de abolirla.
A pesar de que las negociaciones avanzan, Rosell debe convocar una Junta Directiva extraordinaria, previsiblemente, esta próxima semana, para que vote la propuesta de reforma. Una aprobación que, dados los ánimos que se vieron en la última junta, parece imposible.
También ayer, la secretaria de Estado de Empleo inició las conversaciones con los agentes sociales para realizar una completa reforma del sistema de contratación. En esta reunión,propuesta por CEOE y los sindicatos, se analizó el estado del empleo juvenil y qué tipos de contratos eran los más utilizados. Además, se planteó modificar el tiempo parcial y estudiar modelos de contratación existentes en la Unión Europea. Las negociaciones continuarán la próxima semana.
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