miércoles, 6 de abril de 2011
Una perito ratifica un informe que las defensas consideran clave para demostrar que no existió malversación en las subvenciones al empleo.
El juez Luis Galván retomó ayer la instrucción del caso Icfem con la práctica de una prueba pericial que las defensas consideran clave para exculpar a seis ex altos cargos del Gobierno de Canarias de una supuesta malversación de diez millones y medio de euros en subvenciones a la formación del empleo. La Audiencia de Las Palmas tardó casi tres años en pronunciarse sobre la pertinencia de esa prueba y la perito designada ha tardado otros dos en elaborarla.
"Estoy convencido de que no hay fundamento para mantener una acusación tras la ratificación de este informe", aseguró ayer José María Palomino. El letrado, que defiende a Francisco Zumaquero, uno de los exdirectores del Instituto Canario de Formación y Empleo (Icfem) imputados, se refiere al informe contable de la perito María del Pino Martínez para tratar de verificar si se malversaron ayudas concedidas entre 1993 y 1998.
La experta ratificó ayer el contenido de su pericia en el Juzgado de Instrucción número 6 de Las Palmas de Gran Canaria, y concluye que "el otorgamiento, destino y justificación de las subvenciones" se "ha ajustado a la normativa vigente".
También añade que la "liquidación final ha sido aceptada por la Comisión Europea" y tampoco se han detectado "incidencias financieras adicionales". Por eso las defensas consideren que les beneficia de cara a una posible absolución o archivo de la causa.
La ratificación del dictamen, que se extendió por espacio de seis horas, sirvió para que las partes sometieran a contradicción el resultado de la pericia. El primero en preguntar fue el fiscal Anticorrupción, Luis del Río, y después le siguió el abogado de la acusación popular, José Manuel Rivero, quien, en nombre del colectivo Justicia y Sociedad, logró en 2008 que la Audiencia de Las Palmas ordenara la práctica de dicha prueba.
Sin embargo, Rivero sostiene que el informe tiene "insuficiencias y limitaciones importantes", principalmente porque "existen cantidades astronómicas que siguen sin justificarse". La cifra de la discordia asciende a 10.512.886 euros, de los que 9.143.443 euros se corresponde con expedientes resueltos que exigen el "reintegro" de los importes cobrados (87 %), mientras que el 13 % de las subvenciones restantes, que ascienden a 1.369.442 euros, ni siquiera cuenta con un procedimiento abierto o éste aún no ha finalizado. De ahí la pregunta que el letrado lanzó ayer a la perito: "¿Qué ha pasado con esas cantidades"?
Rivero considera necesario que la sociedad "sepa" lo que ha ocurrido con esas subvenciones. Por eso baraja solicitar al juez que la misma perito "determine el dinero" que ha sido efectivamente "recuperado", siempre utilizando los medios de la Administración Pública para averiguar dónde están esos fondos. El letrado entiende que ahí reside la clave de la posible malversación y que ese extremo no ha sido aclarado.
Las defensas, en cambio, mantienen que no existe responsabilidad de los gestores de la subvenciones, sino, en todo caso, de los perceptores, pues se han iniciado expedientes de reclamación e interpuesto denuncias que han acabado en condena.
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GOBIERNO DE CANARIAS,
JUSTICIA
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