lunes, 11 de abril de 2011
"Sólo quedan los flecos y el clima es de acuerdo". Los salarios se complementarán con "elementos medibles" de la productividad.
EL ECONOMISTA
"Sólo quedan los flecos y el clima es de acuerdo". Así definía el momento actual de la negociación colectiva un alto dirigente sindical que, sin embargo, matizaba que uno de esos flecos era, nada más y nada menos, que las condiciones del descuelgue.
Una línea roja de la patronal CEOE, que se mantiene firme en su propuesta de que las condiciones de salida de las empresas se amplíe a todas las materias del convenio y no sólo a los salarios. Ese será el punto más espinoso de los debates durante la semana entrante, una vez que los agentes sociales han llegado a un principio de acuerdo para reducir la estructura de la negociación colectiva a sólo dos ámbitos geográficos: el nacional y el de la empresa.
Los convenios nacionales incluirán las grandes líneas de regulación del marco laboral, como la recomendación salarial; mientras que en los de empresa se articularán esas líneas generales a las condiciones específicas de cada centro de trabajo. Sólo en el caso de sectores en los que no haya un convenio nacional se podrá sustituir por otro de ámbito autonómico.
Esto no significa que se vayan a eliminar los convenios provinciales, al menos legalmente. Tanto en las centrales sindicales como, especialmente, en CEOE, existen todavía grupos interesados en defender el ámbito de la provincia, por lo que se añadirá una cláusula por la que "se mantendrán los ámbitos provinciales de la negociación colectiva en el caso de que las partes lo acuerden". A pesar de esta cláusula, responsables sindicales y de la CEOE apuntaban que, en la práctica, se van a suprimir en torno a la mitad de los provinciales.
Otro aspecto en el que parece que hay consenso es en mantener la indexación de las subidas salariales a la tasa de inflación prevista en los Presupuestos del Estado.
Cómo publicaba elEconomista el pasado 10 de marzo, los agentes sociales tienen claro que, también en materia salarial, lo malo conocido es mejor que lo bueno por conocer, aunque, eso sí, como hay que cumplir con el imperativo alemán, los negociadores de CEOE y Cepyme, CCOO y UGT buscaban una fórmula para introducir algún factor vinculante a la productividad media de la empresa o del sector.
O, como matizaban responsables sindicales, "de buscar un envoltorio semántico que contente a la canciller Angela Merkel sin necesidad de cambiar el modelo". Pues bien, esa fórmula semántica parece que se ha encontrado en lo que se denominan "elementos medibles de la productividad". Unos criterios que deberán definirse previamente para fijarse en los convenios y que servirán para complementar la subida de los sueldos vinculada a la inflación.
El problema surge a la hora de definir esos criterios de productividad, que son muy fácilmente medibles en la industria (al vincularse a las unidades de producción), pero que son mucho más intangibles en los servicios.
Y, mientras eso se decide, donde se ha producido un avance sustancial es la generalización de la aplicación de los convenios, al retirar CEOE la propuesta de que las pymes con menos de seis trabajadores quedaran excluidas de la negociación colectiva. Una iniciativa de Cepyme por la que los sindicatos no estaban dispuestos a pasar y que, ahora, ha dejado de ser un obstáculo.
En ninguna de las partes se quiere avanzar una fecha para el cierre del acuerdo, aunque en los dos lados de la mesa están convencidos de que en los próximos días se van a "dar avances muy importantes". Y en el bando sindical no se descarta que, al final, los empresarios admitan la participación de las centrales en la negociación de cualquier descuelgue de los convenios.
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