miércoles, 27 de abril de 2011
¡GALLO! ¿ANIMAL DE COMPAÑÍA?
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
La Policía Local, el concejal de Sanidad y el alcalde de Santa Brígida han tenido que intervenir para acallar a un gallo que tiene a los vecinos del pago El Paraíso por el camino de la amargura. Los satauteños de la zona no pueden dormir porque el animal, que debe tener el horario cambiado, los despierta con sus cantos antes del amanecer, sobre las tres o cuatro de la mañana.
El alcalde de Santa Brígida, Lucas Bravo de Laguna, ha incoado un expediente sancionador a un vecino de El Paraíso "por la presunta comisión de una infracción administrativa, tipificada y calificada de falta grave en el artículo 5.18 de la Ordenanza Reguladora de la Tenencia de Animales y la utilización por sus poseedores y propietarios de las vías y espacios públicos y sancionada en el artículo 40 de la citada ordenanza con multa de 150 a 1.500 euros".
El primer edil ha requerido al vecino para que "en el plazo de 24 horas siguientes a la notificación de la presente lleve a cabo el desalojo del gallo. De no efectuarlo voluntariamente en el plazo concedido, dicha actuación se efectuará por los servicios técnicos municipales a costa de los propietarios".
Un vecino del dueño del gallo lo denunció a las 7.20 en la jefatura de la Policía Local porque el animal "empieza a cantar a las cuatro de la mañana y no termina hasta el amanecer". Un agente se desplazó y comprobó que el gallo cantó varias veces a partir de las cuatro de la mañana en el patio de la vivienda contigua al denunciante.
La Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Santa Brígida advirtió al vecino, antes de iniciarse el expediente sancionador, que su gallo molestaba con sus cantos a la vecindad en horas intempestivas. Un segundo vecino presentó otra denuncia ante la Policía Local quejándose del ruido que producía el gallo a altas horas de la madrugada. Este segundo vecino dice que el gallo empieza a cantar a partir de las tres de la madrugada desde el jardín de la casa de su propietario y que no deja dormir al vecindario, "causando malestar y perjudicando el derecho al descanso".
Según aseguraron los denunciantes, el propietario del gallo, ante las quejas vecinales, "hizo caso omiso" y les dijo que "no le molestaran más para hablar sobre ese asunto y que lo dejen en paz".
Ruidos
El alcalde se limitó ayer a decir que el Ayuntamiento había cumplido con la normativa aprobada por el consistorio durante este mandato acerca de los ruidos que producen los animales de compañía.
La concejala de CC, Victoria Casas, se preguntó ayer que "de cuándo a dónde un gallo es un animal de compañía. Al parecer el gallo canta sin contar con permiso", dijo irónicamente recordando los dos últimos varapalos judiciales contra el Ayuntamiento por multar a dos vecinos que celebraron sendas fiestas en sus casas.
"Me pregunto si no hay otro modo más eficiente de solucionar el asunto", añadió la edila nacionalista tras indicar "el derroche y despliegue de medios: han tenido ocupada una patrulla de nocturna de la policía en varias ocasiones, teniendo que desplazarse para comprobar que canta el gallo, han ocupado funcionarios haciendo diligencias y ahora nombran dos instructores para iniciar el expediente".
"Si el concejal Baeza, responsable de Sanidad, no es capaz, y el de Policía, señor Ventura, tampoco, ¿no hay otro concejal, de los nueve que cobran dedicación exclusiva, que pueda ir a hablar con el vecino dueño del gallo para buscar una solución?", concluyó Casas.
Etiquetas:
AYTO. DE STA. BRÍGIDA,
JUSTICIA
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