miércoles, 27 de abril de 2011
MIENTEN Y MIENTEN Y VUELVEN A MENTIR, Y SE QUEDAN TAN PANCHOS
CANARIAS AHORA
La reacción coordinada del PP este martes no pudo ser más patética: hemos cometido un error en la tramitación del expediente y ahora que nos hemos dado cuenta procedemos a subsanarlo todo. La subsanación ha venido dada por el anuncio del senador Tomás Burgos de que piensa pagarle al hotel los 560 euros que indebidamente abonó el Patronato de Turismo de Fuerteventura, pidiendo al hotel que devuelva esa misma cantidad al organismo público. Como si así se deshiciera el entuerto, como si devolverle dinero a la Administración no requiriera de un procedimiento administrativo que habrá que montar y razonar debidamente, todo ello sin que nadie por el camino tome medidas de tipo penal. Porque ni el senador puede alegar ignorancia, como dijo este martes, seis días después de que CANARIAS AHORA le requiriera una explicación, ni Águeda Montelongo puede invocar error. La reserva fue hecha por el Patronato de Turismo a nombre del senador Tomás Burgos, que no acudió a la isla a ningún acto del PP y, acto seguido, decidiera quedarse: vino expresamente de vacaciones porque la víspera no hubo acto de ningún tipo. Pero, de ser cierta esa estúpida excusa, ¿por qué se facturó a nombre del patronato la estancia desde el primer día? La mentira tiene las patas muy cortas.
SORIA ARROPA A SU CANDIDATA POR FUERTEVENTURA Y CAMBIA EL ADAGIO DE ''LOS ERRORES SE PAGAN''
Un error. Así, como suena, "un error". A tan ínfima consideración han reducido los dirigentes del PP, con José Manuel Soria a la cabeza, la sucesión de reservas, falsificaciones y pagos amañados que han rodeado el convite a vacaciones en Fuerteventura a un senador de ese partido y a su señora esposa de él. Un error que se subsana, según la sabia conclusión a la que ha llegado Soria, corrigiéndolo. "Los errores se corrigen", se despachó el presidente del PP canario este martes ante la sede del Parlamento, pervirtiendo por completo aquel adagio popular que sostiene que "los errores se pagan", y en política se suelen pagar con la dimisión. El error no existió porque es imposible atribuir a esa debilidad tan humana el artificio montado para invitar al senador Toledo a aquellas vacaciones, idéntico artificio firmado el mismo día por Águeda Montelongo para pagar con dinero público el coche de alquiler que utilizó un fin de semana Manuel Fernández, secretario general del mismo partido. El error, en concreto, se llama Águeda Montelongo y sigue siendo un error imperdonable que esta señora, que mangonea de esa manera los dineros públicos, continúe un segundo más en la política y, en el colmo de los colmos, al frente de un departamento, el de Turismo, del Cabildo de Fuerteventura.
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