lunes, 18 de abril de 2011
Sindicatos y activistas estudiantiles y comunitarios continúan la lucha después de la aprobación ilegal del proyecto de ley anti sindical de Walker.
CANARIAS SEMANAL
"Nadie puede predecir cómo evolucionará esta nueva etapa de la lucha, pero Wisconsin ha puesto en marcha una nueva fase de activismo y solidaridad sindical en Estados
Unidos".
Las manifestaciones masivas y la ocupación del Capitolio en Madison, Wisconsin, señalan el final de tres décadas de pasividad de los sindicatos. Esta lucha ha despertado un nuevo activismo, una resistencia y una solidaridad del movimiento laboral, de comunidades y de estudiantes que no se ha visto en este país en muchas décadas.
Los banqueros y los patronos continúan avanzando sin descanso en una dirección derechista, antiobrera y antipopular. Los títeres de las corporaciones en las cámaras estatales de todo el país están empeñados/as en recortar los presupuestos y en atacar a los/as empleados/as públicos/as, la educación y los servicios sociales. Pero las bases populares se están moviendo en dirección opuesta —en dirección de la resistencia. Wisconsin fue sólo el primer paso. El conflicto creciente entre estas dos fuerzas opuestas de clase se dirige hacia un renacimiento amplio de la lucha de clases.
La intransigencia de quienes recortan el presupuesto está empujando a todos los sectores de las masas en la dirección de forjar una lucha unitaria. Toda la población obrera —empleada y desempleada, organizada y no organizada, joven y de tercera edad, homosexual y heterosexual, discapacitada, inmigrante, documentada e indocumentada— es marcadamente objetivo de esta nueva etapa de austeridad capitalista. ElWashington Post sintetizó esto el 25 de marzo:“Por todo el país, gobernadores/as y legisladores/as se están moviendo para reducir el salario y los beneficios de los/as trabajadores/as gubernamentales a nivel estatal y local, privatizar una amplia gama de servicios e instalaciones públicas, y reducir drásticamente los fondos estatales para programas que anteriormente eran intocables, incluyendo escuelas públicas, universidades y beneficios por desempleo. Pretenden cerrar las brechas en el presupuesto que en total se proyectan en unos 125 mil millones de dólares el año que viene”.
Etiquetas:
Crisis,
EE.UU.,
SINDICALISMO
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