
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
Una nueva capa de alquitrán ha dejado aún más enterradas las viviendas de La Calzada, a pesar de que los vecinos piden desde hace años que les rebajen la carretera porque las casas se inundan.
05-12-2008
ELISA ARDOY - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Nos entierran en nuestras propias casas". Así se sienten los vecinos de La Calzada al ver cómo la nueva capa de alquitrán de la carretera ha bajado aún más la altura de las casas del barrio.Llevan años pidiendo al Cabildo de Gran Canaria, responsable de la carretera, que disminuya el nivel unos 40 centímetros, pero lo único que ha hecho es poner encima más alquitrán.
Elisa, de 82 años, se encaraba esta semana frente a su casa con los operarios del Cabildo. "Desde que vivimos aquí hemos tenido que subir cuatro veces la acera. La primera la puso mi marido. Aquí hacen lo que les da la gana sin contar con los vecinos", protestaba. De hecho, muchos propietarios no han tenido más remedio que colocar en los quicios de las puertas un escalón que les reduzca la bajada.
"Como sigan poniendo capas de alquitrán llegará un momento que no entraré por la puerta de mi casa", denunciaba Cecilio Ramírez, que en los más de 40 años que lleva viviendo aquí "ni el Ayuntamiento ni el Cabildo nunca han arreglado nada".
La situación empeora cuando llueve y la carretera se convierte en un auténtico río que desemboca en cada zaguán. "Con lo fácil que es bajar el asfaltado y hacer una cuneta para que corra el agua. Incluso con el alquitrán han tapado las alcantarillas", dice Manuel Márquez, secretario de la Asociación de Vecinos Virgen de los Dolores.
Además, no es éste precisamente el mejor momento para llevar a cabo estas obras. Cerrada la rotonda de Bandama para su ampliación y mejora, este barrio se ha convertido en el único camino libre de atascos para llegar al centro. Pero eso esta semana tampoco fue posible. Los operarios del Cabildo cerraron las principales vías de comunicación.
No es el único problema del barrio de La Calzada, en el que viven más de 1.000 personas. Además de sentirse sepultados entre tanto piche, los habitantes no pueden transitar por las aceras de lo estrechas que son, la más ancha mide 50 centímetros.
Si encima, como ocurre, en ellas colocan papeleras, los viandantes ya no caben. "El médico está en Tafira Alta y para ir no hay aceras. Es un peligro sobre todo para los mayores que tienen que caminar por la carretera", dice Márquez, quien además considera peligroso las paradas de la guagua que han instalado en medio de la calle, "en las que ni siquiera hay donde sentarse".
Los vecinos piden también que se ensanche la carretera, que se queda pequeña ante tanto tráfico.
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