Economía, Cnarias 7
23/12/2008 Actualizada a las 10:59
Veintitrés empleados del Hotel Palmitos dejarán de percibir sus sueldos en enero.
Veintitrés padres de familia que trabajaban en el Hotel Palmitos, calcinado por las llamas durante el incendio declarado en Gran Canaria en el verano de 2007, dejarán de percibir los sueldos del paro forzoso y quedarán en la calle en enero.
El grupo de trabajadores afectados indicaron que la Administración pública será quien se haga cargo de pagar la liquidaciones de despido, visto el estado de quiebra que presenta la entidad propietaria del establecimiento, Hafraro S.A.
Entre los ejemplos lamentables "de esta mala gestión", señalan a un compañero al que sólo le faltaban dos años para prejubilarse y ahora se ha quedado sin trabajo y sin que nadie lo quiera contratar por su avanzada edad.
Asimismo, muchos de ellos, con más de veinte años de servicio, se encuentran las puertas cerradas a un nuevo puesto de trabajo ante la coyuntura económica, junto a otros, a los que el paro no les llegaba para pagar la hipoteca y actualmente están a punto de perder sus casas.
El pasado 30 de julio de 2007 se declaró el incendio del parque temático Palmitos Park y del hotel contiguo, con el mismo nombre.
Si bien entonces la noticia se centraba en los animales que habían podido escapar o se quemaron en sus jaulas, lo cierto es que la destrucción del hotel dejó a veintitrés cabezas de familia en paro forzoso.
"Afortunadamente", el Gobierno de Canarias, a través de su vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda destinó unas ayudas extraordinarias para la reconstrucción del hotel que, una vez terminado, reintegraría en su plantilla a todos los trabajadores.
Sin embargo, el dinero "supuestamente" pagado por el Gobierno autonómico en concepto de ayuda o subvención por el valor total de la reconstrucción del hotel en tres plazos, "no se ha destinado a la reparación del edificio, pues a día de hoy no se ha movido una sola piedra".
La posible justificación de este "presunto escándalo" es que la empresa entonces explotadora del hotel y receptora de las "cuantiosas ayudas públicas" resultó en quiebra desde el año 2005.
"De esta manera, los accionistas y dueños del hotel han evitado tener que hacer frente a las deudas que llevaron a la quiebra a la empresa y además han salido muy bien parados en cuanto a liquidez, sin que la Administración pública haya ejercido el más mínimo control sobre el destino de dichas ayudas económicas", aseguran.
Los trabajadores lamentan que sus representantes lleven algo más de dos meses de intentos frustrados a la hora de pedir una cita con el vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria, con el fin de aclarar esta situación y poder buscar una solución que remedie "el drama de todas estas familias".
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