domingo, 1 de mayo de 2011
Sin la existencia de condiciones de trabajo mínimas, que el empresario tenga que cumplir y de las que el trabajador no pueda renunciar, no cabe , ni siquiera, hablar de que exista Derecho del Trabajo.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
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Joaquín Sagaseta Paradas
"...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las muñecas por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro...Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el de Parson, Engels hace un chiste a propósito de su capucha, Espies grita: "la voz que vais a sofocar será mas poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora" Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantosa..."
Así relató Jose Marti, corresponsal por entonces del periódico bonaerense, La Nacion, en EEUU, la ejecución, en la horca, de los mártires de Chicago, los de la lucha por la jornada de ocho horas, estrangulados, para escarmiento de los huelguistas, el 11 de noviembre de 1887.
Los sucesos de Chicago tuvieron una extraordinaria repercusión mundial. Desde aquellas fechas, cuando el movimiento obrero internacional rompía aguas, la reducción de jornada y una "legislación obrera y de protección social" estuvo siempre en el norte de la carta de navegación de la clase.
No han sido ni pocos, ni irrelevantes, los progresos alcanzados. La propia existencia de los "códigos del trabajo", la legislación de seguridad social, la misma concepción del "estado social y de derecho"... expresan momentos de progreso en los derechos laborales y de seguridad social. Pese a sus extremas insuficiencias consustánciales al propio sistema en que se hallan insertas es lo mejor que se ha conquistado.
Se han venido edificando esas conquistas históricas sobre cuatro pilares básicos:
*En torno a la concepción del trabajo como un derecho consustancial al ser humano y no como una mercancía.
*Con el fin de mitigar la radical desigualdad en la posición inicial de los contratantes se promueve la conformación del ordenamiento laboral independiente, estructurado por preceptos de respeto obligado si bien mejorables (salario mínimo, protección frente al despido injustificado...): la ley pone límites mínimos al contrato.
*Dar entrada a los trabajadores, como clase, en la negociación de las condiciones de trabajo por la vía de la libertad sindical, el derecho de huelga, le negociación colectiva y la representación en la empresa.
*Construcción de un cuerpo legal de protección y seguridad social donde la cobertura de los estados de necesidad (vejez, embarazo y maternidad, incapacidad, desempleo...) venga concebida como derecho exigible.
No han venido al mundo esos progresos gigantescos como nació Minerva de la cabeza de Júpiter. Ha sido más de un siglo de enormes sacrificios, con despidos masivos, prisiones... Un visible rastro de sufrimientos están detrás de todos y cada uno de ellos.
Cien años después de que la trampilla del cadalso se abriera para que el lazo estrangulara la garganta de Spies y sus compañeros, se ha desencadenado la mas furiosa embestida contra la vertiente social del Estado Social y de Derecho que se conoce desde la 2ª Guerra Mundial.
Escapado el genio de la botella las fuerzas que desata conducen a la extinción del propio Derecho del Trabajo arrebatado su espacio por la ficción de libertad contractual y la autonomía de la voluntad. Con ello el contrato sustituye a la ley y la ley del contrato la decide quien detenta el poder económico para contratar. Al que tiene la necesidad de ser contratado solo le queda el vasallaje.
Sin la existencia de condiciones de trabajo mínimas, que el empresario tenga que cumplir y de las que el trabajador no pueda renunciar, no cabe , ni siquiera, hablar de que exista Derecho del Trabajo. Justamente este derecho nace en la história, con los fórceps de la lucha social, desde la premisa incuestionable, antes y ahora, de que cada trabajador, individualmente, compelido por la necesidad, carece de libertad para negociar las condiciones de su contrato.
Y en eso estamos ahora, todo el derecho social constitucionalizado está siendo desmantelado a escala planetaria, a un ritmo u otro, de esta o de aquella manera, con particular celo en España. El propio concepto de Estado Social y de Derecho se está cuestionado abiertamente. Es el signo del momento histórico que nos toca vivir. Por la brecha de la devastación social que abre un sistema enloquecido por el derrumbe de sus altares se reactivan también las tendencias neofascistas y su nuevo orden. Es la hora de las cosas serias.
El sistema, sin embargo, ha perdido el consenso social, tiene el poder pero no la hegemonía, es por eso por lo que SI SE PUEDE invertir la tendencia. Todo dependerá del alcance de la unidad y de la movilización social y política de las gentes del trabajo, la democracia y el progreso, que se conforme con ello un bloque alternativo de amplia base social y política.
Con la unidad y la movilización de esa gran mayoría SI SE PUEDE hacer que hoy la voz estrangulada de Spies suene mas poderosa que la de los estranguladores, que nuestros hijos y nuestros nietos no vivan peor que nosotros.
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