"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
CANARIAS SEMANAL
Reino Unido y Alemania están engullendo a los universitarios y titulados españoles que no encuentran una salida profesional en su país. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, en el curso del pasado año salieron de España 62.611 ciudadanos con titulación universitaria, a los que se había negado un puesto de trabajo en su propio país. El perfil del nuevo inmigrante español del siglo XXI dista mucho ya de aquel otro que en la década de los 60 del pasado siglo, portando una maleta de madera, abandonaba el territorio español con destino a Alemania, Bélgica o Suiza.
La profunda crisis económica que vive España, cuyo final ni siquiera se avizora, ha hecho que miles de universitarios hayan abandonado la esperanza de encontrar trabajo en su propio país y empiecen a alimentar la idea de encontrar una ubicación laboral relacionada con la carrera que estudiaron, aunque ello signifique que sus salarios vayan a ser considerablemente inferiores de los que disfrutan los naturales del país de destino.
Pero si la estampida de profesionales titulados es grave a nivel de todo el Estado español, en el archipiélago canario el problema adquiere tintes realmente dramáticos. En las islas, como consecuencia de su modelo económico multicentrado en el turismo, no se ofrecen posibilidades de ubicación profesional para aquellos que obtienen la licenciatura o la diplomatura en una de las dos universidades canarias. De acuerdo con los datos publicados por el Consejo General de Colegios de profesionales de España, 116 médicos canarios, -es decir, el 50% de los universitarios en esta especialidad que se licenciaron en el archipiélago - decidieron el pasado año buscar suerte en el extranjero para encontrar un trabajo.
AL SAQUEO DE CEREBROS EN EL SUR EUROPEO
Sin embargo, el fenómeno no sólo se produce por la desesperación de los jóvenes universitarios sin expectativas de realización profesional. Reino Unido, Alemania y Canadáhan puesto en marcha agresivas políticas de captación de inmigrantes cualificados. En la Gran Bretaña han llegado incluso a fijar un techo salarial para esta nueva ola de inmigrantes:€37.000 anuales o serán puestos de patitas en la frontera. En Alemania estiman en medio millón de profesionales el déficit para los próximos años. Segun indican fuentes oficiales de este país, las áreas deficitarias que se requerirán serán las de ingeniería, la docencia, la sanidad y el turismo. Las instituciones gubernamentales alemanas se aprestan a iniciar políticas de captación que puedan cubrir estas áreas con titulados extranjeros. La rentabilidad de esta inversión humana es doble: salarios considerablemente más bajos que los de los profesionales autóctonos, y una cualificación por la que el Estado alemán no ha tenido que invertir ni un solo euro.
Canadá, imitando los excelentes resultados que el "robo de cerebros" le ha proporcionado a su vecino del sur, los Estados Unidos, se apresura también a engullir a los titulados universitarios que España rechaza. Hace unas semanas la ministra de inmigración y comunidades culturales de Quebec, Kathleen Weil, visitó Cataluña con la finalidad de firmar una "declaración de intenciones", portando una relación de los sectores económicos para los que se ofrece una experiencia laboral.
Ya hay expertos españoles que han empezado a reaccionar contra esta ofensiva de rapiña intelectual de los grandes del norte europeo. Ricard Zapata-Barroso, profesor de Ciencia Política de la Universitat Pompeu Fabra, alerta en relación con el nuevo fenómeno. "Ante políticas agresivas como las de Merkel, Cameron o la ministra del Quebec, - reclama el profesor - debemos plantear una respuesta política y estratégica". Para este profesor, no hay duda que nos encontramos ante un nuevo fenómeno que hay que afrontar.
La profesora Ana María López Sala, del Departamento de Sociología de la Universidad de La Laguna, ya había advertido desde hacía algunos años que las políticas selectivas de trabajadores emigrantes se iban a ver afectadas por la generalización. El conocido "carnet por puntos" que hasta hace poco mantenía en solitario Canadá, actualmente se está extendiendo a Alemania, Gran Bretaña y Australia. Se trata de una política selectiva que sólo permite y facilita la entrada de aquellos que posean una titulación cualificada que pueda ser rentable al país de destino. y de paso a ser un negocio redondo: disponer de mano de obra barata y cualificada, sin previamente haber invertido ni un solo duro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario