"EL OBJETIVO DE LA REFORMA ES REDUCIR LOS SALARIOS"

CANARIAS SEMANAL

Según la propaganda gubernamental y de los medios afines al PP, el objetivo final de la reforma laboral impuesta por el Ejecutivo Rajoy no es otro que fomentar la creación de empleo. No es ésta, desde luego, una justificación novedosa. En el transcurso de las últimas décadas esa misma coartada ha sido utilizada por los gobiernos del Partido Popular y el PSOE para imponer las sucesivas contrarreformas del mercado de trabajo y el resto de políticas neoliberales que han ido configurando la actual estructura económica del Estado español. Pero si - como muestran todas las evidencias - el supuesto objetivo esgrimido por el gobierno español no es más que una excusa con la que se trata de "vender" la reforma... ¿cuál es su verdadera finalidad?.

Para el economista socialdemócrata Vicenç Navarro no existe ninguna duda a este respecto. "La reforma laboral más agresiva que ha sufrido España en su periodo democrático tiene como objetivo -sostiene - reducir los salarios a base de intervenciones que intentan debilitar al mundo del trabajo".

Entre estas intervenciones incluidas en el texto legal impuesto por el Gobierno del PP, el profesor de la Universidad Pompeu Fabra destaca "la facilitación del despido que inevitablemente - advierte - aumentará el desempleo", "la descentralización y debilitamiento de los convenios colectivos" y "el debilitamiento muy marcado de la protección social". Refiriéndose concretamente a este último aspecto, no siempre suficientemente relacionado con la reforma laboral, Vicenç Navarro destaca que "los recortes en gasto público social, con reducción de las transferencias, como las pensiones, así como del gasto en los servicios del Estado del bienestar, tienen también como objetivo debilitar al mundo del trabajo, diluyendo la universalidad de tales servicios y convirtiéndolos en servicios de beneficencia de tipo asistencial".

Navarro apunta, igualmente, las razones que -según su análisis- explican la imposición de este tipo de medidas económicas. "Una postura sostenida por las élites gobernantes de la Unión Europea (UE) - afirma el economista y politólogo - es que los estados periféricos de la eurozona deben su estancamiento económico a un excesivo crecimiento de los salarios que ha convertido a sus economías en poco competitivas. Esta postura subraya que a no ser que estos países reduzcan sus salarios, no podrán salir de la Gran Recesión en la que se encuentran".

"Hoy -concluye a este respecto Navarro - las clases populares en España están sometidas al ataque más frontal que hayan experimentado en el periodo democrático, bajo el pretexto de aumentar la competitividad".

PERO... ¿REALMENTE HAN AUMENTADO LOS SALARIOS DE LOS ESPAÑOLES?

En su crítica a estas políticas, el economista subraya el carácter estrictamente ideológico de una postura que - dice - ignora deliberadamente la evidencia científica que muestra el error y/o la falsedad de cada uno de sus postulados". En primer lugar -señala Navarro- no es cierto que los salarios reales (a diferencia de los nominales) hayan crecido más que, por ejemplo, los salarios alemanes. Teniendo en cuenta la inflación existente en España e incluyendo en estos cálculos los precios de la vivienda - desvela el catedrático - resultaría que "el salario real español (que mide la capacidad adquisitiva del trabajador) ha ido descendiendo en lugar de ir aumentando, como aparece erróneamente en los datos oficiales, incrementándose todavía más la diferencia con el salario real alemán (y el salario promedio de la Eurozona)".

¿POR QUÉ NO SE REDUCEN LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES PARA ABARATAR LOS COSTES?

Otra falsedad de tal postura - añade Navarro - es asumir que el precio de los productos que se exportan es la variable determinante del éxito de las exportaciones. El caso sería para el economista el mejor ejemplo de la falsedad de dicho supuesto. "La variabilidad de los precios de exportación en Alemania tiene escaso impacto en el éxito de sus exportaciones". También en el caso español - apunta Vicenç Navarro - "las exportaciones basadas en tecnología media y media alta, y en otras de tecnología baja tienen una marca diferencial de calidad que explican su éxito por vías diferentes al precio".

Ilustrando de esta manera cuál es el carácter de clase de la reforma laboral, Navarro apunta, finalmente, que los salarios no son los únicos determinantes de los precios. "Cuando se vende un producto - recuerda el politólogo - una parte del dinero obtenido engrosa los beneficios, un coste de producción que ha ido creciendo de una manera muy marcada". "La posibilidad de reducir estos beneficios es sistemáticamente excluida, lo cual muestra con claridad - denuncia el economista - que lo que se intenta conseguir con tales reformas no es aumentar la competitividad, sino aumentar los beneficios empresariales". De esta manera - sostiene el catedrático - se está acentuando todavía más lo que ha estado ocurriendo estos años. "Las rentas empresariales (los beneficios) han superado este año por primera vez a las rentas salariales en España".