
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
LAS CABRIOLAS DE PINO SANTO.
16-08-2008
Cabriola en blanco. JUAN CARLOS CASTRO
El barrio de Pino Santo Alto, en Santa Brígida, arrancó ayer con la primera jornada de su gran exhibición ecuestre, que seguirá hoy domingo desde primera hora de la mañana. Si el aperitivo ya fue una golosina, lo que viene hoy puede llegar a un delicioso atracón.
ELENA G. MONTERO - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA El barrio de Pino Santo Alto, en Santa Brígida, celebra a todo trote su fiesta de la Virgen de la Salud. De hecho, la asociación de vecinos La Caldera y la comisión de fiestas programan año tras año su gran exhibición ecuestre. Así, durante la tarde de ayer veinte ejemplares, algunos procedentes del sur de la Península, demostraron su valía ante un jurado que dio cuatro premios por raza tanto para yeguas como potros y caballos.
Uno a uno los jinetes, de todas las edades, exhibían sus caballos, unos los montaban y hacían peripecias, otros mostraban el arte de la doma clásica o vaquera. Todo para una fiesta cada año más multitudinaria, según señaló Antonio González Quintana, presidente de la asociación de vecinos y la comisión de fiestas: "Este año la muestra ecuestre se hace dos días para que pueda venir todo el mundo y no haya mucha gente, que, si no, no se puede disfrutar".
Tras la exhibición ecuestre, Olivia Marrero Ojeda impresionó a los que en la tarde de ayer se concentraron en Pino Santo Alto, con dos bailes acompañada de caballos. Uno de ellos, la sevillana ecuestre, sólo se pudo realizar una vez se había bajado a la Virgen de la Salud. Entre los jinetes había aficionados y profesionales, algunos de ellos con importantes premios de ámbito nacional. Destacaban Elara Calaorro, una niña de tan solo catorce años que se estrenaba en las fiestas del pago y que montaba un bonito ejemplar gris con motas blancas de un amigo.
También asistieron a la cita Enrique Ferrer padre e hijo, conocidos por sus manos con los caballos y profesores de equitación. Enrique padre paseó a un potro de cuatro años, tan bien domado que sorprendió al jurado por su rectitud a su edad. Tras la exhibición, Olivia Marrero Ojeda, engalanada con un traje de sevillanas, deleitó a todos los presentes con un baile, Caballo, flamenco, garrocha, estrenado el domingo y en donde ella baila con dos ejemplares, y, cuando bajaron a la Virgen de la Salud, se marcó una sevillana ecuestre con un caballo montado por su marido. En la organización de los eventos también participaron Malow, conocido por sus cuadras y sus restaurantes, Caja Rural de Canarias, el Ayuntamiento y el Cabildo de Las Palmas, entre otros.
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