lunes, 4 de junio de 2012
Nadie duda en la Unión Europea de su inminente "rescate".
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
CANARIAS SEMANAL
“No se acerca el Apocalipsis. No vamos a naufragar”. Las palabras pronunciadas porMariano Rajoy en la clausura de la XXVIII Reunión del Círculo de Economía en Sitges - sonaron, el pasado sábado, como una suerte de desesperado conjuro con el que pretendiera evitar un desastre anunciado. La intervención del mandatario ultraconservador se producía después de una semana en la que, en efecto, el naufragio de España se comenzó a dibujar como una realidad prácticamente inevitable e inminente.
Con la prima de riesgo en torno a 450 puntos, el jueves el diario estadounidense The Wall Street Journal publicaba que el Fondo Monetario Internacional -según fuentes de esta institución – ya estaba preparando un plan de rescate para España. En las últimas horas del mismo jueves, el portavoz del FMI Gerry Rice desmentía esta noticia, intentando evitar -sin éxito- que la misma acelerase el descalabro en los mercados de la deuda española. Este domingo, sin embargo, el semanario alemán Der Spiegel incidía en la misma dirección, dando a conocer que el ministro germano de Finanzas Wolfgang Schäuble presionó a Luis de Guindos para que España recurra al fondo de rescate europeo. El propio portavoz de Exteriores en el Congreso del Partido Popular, José María Beneyto, reconocía que la intervención es una posibilidad que "no hay que excluir", y trataba de quitarle hierro al asunto diciendo que ésta "no sería el apocalipsis para el país".
NADIE EN EUROPA DUDA DE QUE ESPAÑA SERÁ "RESCATADA"
Nadie en la Unión Europea, en efecto, parece dudar ya de que el Estado español se encuentra abocado a seguir el camino de Grecia, Portugal o Irlanda. “Basta con hacer números. ¿De dónde van a llegar las decenas de miles de millones que necesita el sistema financiero español para recapitalizarse” -apuntan fuentes comunitarias. Paul Mortimer Lee, ex alto cargo del Banco de Inglaterra, asegura además “no tener la menor duda de que España tendrá que rescatar un quinto banco”.
Según los cálculos efectuados por el Gobierno alemán, la banca española precisará una inyección de capital de entre 50.000 y 90.000 millones de euros. Nadie sabe a ciencia cierta, sin embargo, cuál es la magnitud del agujero que su actividad especulativa ha dejado en estas entidades. A la espera de los datos que arrojen a final de este mes las auditorias que ya están efectuando las consultar Roland Berger y Oliver Wyman, algunos analistas sostienen que sus necesidades de capital ascenderían a los 100.000 millones.
EL EJECUTIVO RAJOY SE AGARRA A UN CLAVO ARDIENDO
Con el “rescate” como una opción aparentemente ineludible, el Gobierno del Partido Popular trata ahora de agarrarse a un nuevo clavo ardiendo. La posibilidad de que el salvamento se dirija solamente a las entidades financieras con problemas, con Bankia a la cabeza, y no al conjunto del Estado español. Y ello, para tratar de aminorar en algo la consecuencia inevitable de una intervención del BCE, la CE y el FMI: la pérdida total de los últimos reductos de soberanía a manos de La Troika.
La última esperanza del Gabinete ultraconservador, sin embargo, parece vana. La posibilidad de inyectar el capital del fondo de rescate europeo directamente a los bancos, sin pasar por el Estado, va en contra de las propias normas de la Unión Europea. Y, lo que es mucho más decisivo, la canciller alemana Angela Merkel ya ha manifestado que rechaza de plano cualquier tipo de rescate que no vaya directamente a un Gobierno que dé cuentas del dinero suministrado desde las instituciones europeas.
“SPANIC” ACAPARA EL INTERÉS DE LA PRENSA INTERNACIONAL
La pasada semana, la dramática situación que vive el Estado español acaparaba la mayoría de los titulares, portadas y primeras páginas de la prensa mundial. Financial Times acuñaba el término “Spanic” – contracción de Spain y panic – para referirse a la misma. “Mariano Rajoy ha perdido su crédito exterior en seis meses” – aseguraba el periódico británico, crítico ahora tanto de la gestión del Ejecutivo como de las políticas económicas que PP y PSOE impulsaron durante los años del “boom del ladrillo”.
El pasado viernes, The New York Times dedicaba su editorial a la crisis de la Eurozona, haciendo especial hincapié en el caso español. Las revista The Economist se preguntaba en su última edición: “¿Cómo salvar a España”, opinando al respecto que “el gobierno debería centrarse en reestructurar el sistema bancario, no en reducir el déficit”. Esta publicación británica se hacía eco, igualmente, de una noticia aparecida en los últimos días: el incremento del número de personas que saca en España su dinero de los bancos para guardarlo en sus casas. Algo que sucedió también en Argentina durante el llamado “corralito”.
The Wall Street Journal, por su parte, escribía que los males a los que se enfrenta el Ejecutivo de Mariano Rajoy “son masivos y simultáneos”. “Una tormenta perfecta en la que el barco parece estar fuera de control”.
Todo indica, no obstante, que los peores efectos de esta tormenta para los pueblos del Estado español aún están por llegar. Y, a menos que la organización popular logre evitarlo, llegarán para quedarse.
Etiquetas:
CRISIS ECONÓMICA,
UE
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