PRISA: REBELIÓN EN EL BUQUE INSIGNIA DE LA TRANSICIÓN MONÁRQUICA
Las cifras fabulosas que percibió el hoy miembro de la Real Academia de la lenguahabían sido sometidas a un hermético secretismo, a través del cual se pretendía que estas astronómicas cantidades no llegaran al conocimiento público. Asimismo, en el artículo se ponía al corriente a nuestros lectores de las tensiones que parecían estar aflorando entre los asalariados y la dirección de la empresa a causa de los proyectos de la misma de proceder a la aplicación de un ERE salvaje.
En un dardo envenenado dirigido hacia el super ejecutivo Juan Luis Cebrián, los profesionales de Prisa declararon que “no se puede aceptar que, mientras los directivos de Prisa cobran salarios escandalosos, se pretenda recortar gastos, lanzando al paro o rebajando los sueldos a los que menos culpa tienen de la situación financiera del Grupo”.
Por otra parte, los profesionales integrantes de la plantilla de "El País" ya habíanredactado hace un mes un documento de rechazo “por los repetidos comentarios negativos hacia el periódico vertidos" por el académico Juan Luis Cebrián. Según parece, a través de gestiones realizadas por la dirección de la empresa se logró paralizar la difusión nacional e internacional del mismo, con la promesa de que el ERE con el que se les amenazaba sería descartado. Sin embargo, hace unos días Juan Luis Cebrián mantuvo en un Consejo de Administración de la empresa que tal compromiso era inexistente.
La rebelión ha estallado, pues, en el buque insignia de la transición monárquica. No son pocos los que esperan que el motín se extienda a toda la flota.
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