lunes, 13 de mayo de 2013
Todo lo que han ganado los asalariados canarios desde el 1 de enero hasta el pasado 8 de mayo estaría destinado a abonar los tributos a Hacienda.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
CANARIAS SEMANAL
Los asalariados canarios deben dedicar, como media, el trabajo de 128 días del año - más de cuatro meses - solamente al pago de sus impuestos. Es decir, que todo lo que han ganado desde el 1 de enero hasta el pasado 8 de mayo estaría destinado a abonar los tributos a Hacienda.
Así lo señala un informe presentado el pasado jueves en Madrid por el think tank "Civismo", y elaborado por por economistas como Pedro Schwartz, Carlos Espinosa de los Monteros, Juergen Donges, Rafael Pampillón, Juan José Toribio o Joaquín Trigo. Esto sitúa a los isleños ligeramente por debajo de los 130 días que, por término medio, tardan en cumplir con sus obligaciones tributarias los trabajadores del Estado español. 54 para pagar el IRPF, 32 para el IVA, 23 para la Seguridad Social, catorce para impuestos especiales y siete para otros impuestos.
En Canarias, sin embargo, persiste un sangrante agravio comparativo. Mientras los asalariados deben hacer frente a estos impuestos con los sueldos más bajos del Estado, los empresarios afincados en el Archipiélago continúan beneficiándose de la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC). Un artilugio fiscal que les otorga el privilegio de no tener que pagar impuestos por la mayor parte de sus beneficios. La RIC permite reducir la base imponible de los Beneficios No Distribuidos hasta en un 90% en el Impuesto de Sociedadesy puede aplicarse también en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Desde su aprobación en los años 90 la patronal isleña ha dejado de tributar a las arcas públicas miles de millones de euros. Concretamente entre 1998 y 2007 los impuestos que el empresariado se "ahorró" gracias a la Reserva de Inversiones de Canarias nunca bajaron de los 1.300 millones de euros anuales. Es decir, que en este periodo el Estado dejó de ingresar un mínimo de 11.700 millones de euros. Casi cinco veces el presupuesto dedicada por la Comunidad Autónoma Canaria a Sanidad – incluidos los conciertos con los centros privados – en 2012.
La justificación ideológica para la imposición y mantenimiento de la RIC presenta este chollo fiscal para los grandes capitales como una herramienta ideal "para estimular la inversión de las empresas en las Islas y el crecimiento económico”. Según puede leerse en la web oficial del Gobierno de Canarias, se trataría del “incentivo más potente del Régimen Económico y Fiscal (REF)”, con el que, supuestamente, se deberían compensar los perjuicios de la “ultraperificidad” del Archipiélago.
La realidad es, sin embargo, que los fondos de la RIC, sustraídos a las arcas públicas, solo han contribuido a la acumulación privada de los beneficiarios de este chollo fiscal, y han servido para la compra de artículos de lujo, para la realización de todo tipo de actividades fraudulentas y para estimular la economía especulativa, favoreciendo de forma esencial el crecimiento de la burbuja inmobiliaria.
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CRISIS ECONÓMICA,
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