La víctima expresó en una carta a Salvador Morales que le "adoraba" y que le iba a "costar mucho más" que a él dejarlo.

"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"

Salvador Morales confiesa que mató a Isabel Canino

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En el alegato final del juicio, la defensa del acusado reconoce por primera vez que éste mató a su exnovia en un arrebato de celos.

Isabel Canino escribió que era incapaz de apartarse de su presunto asesino

Ni contigo, ni sin ti. Esta es una de las frases que podrían definir la relación que mantuvieron durante 16 años Isabel Canino y Salvador Morales. Por desgracia, la que prevaleció fue otra: O eres mía o de nadie. En la última carta que le escribió Isabel a Salvador, el 2 de marzo de 2009, tan solo 19 días antes de que fuera asesinada, ésta le confiesa lo mucho que le quiere y el sufrimiento que le provoca el no poder continuar con la relación sentimental. 

De su puño y letra Isabel Canino le relata a su expareja la tortura que le suponía tener que romper con la relación sentimental que habían mantenido desde hacía tanto tiempo. Su sufrimiento parece ser tal que escribió: "Te adoro, y creo que me va a costar mucho más que a ti el dejarlo pues, al fin y al cabo, tú ya tienes tu vida y te tendrás que preocupar por ella".

Salvador Alberto Morales Méndez era el destinatario de la misiva, el mismo que hoy se sienta en el banquillo de los acusados como presunto autor del asesinato de Isabel Canino. La mujer fue hallada el 28 de mayo de 2009 en el interior de la fosa séptica de un edificio de Salvador Morales después de 72 días de búsqueda.

Isabel le escribió a Salvador en esta carta que: "Yo siempre te seguiré queriendo a ti hasta que todo este amor que siento por ti lo deposite en otra persona, pero mientras, es tuyo" y le asegura a Salvador que "como siempre hemos dicho, pase lo que pase, siempre estaré ahí, y si no puede ser como un amor, como una gran amiga que una vez te amó con todas sus fuerzas".

Y esto lo redactó medio año después de que comenzara una nueva relación sentimental con otro hombre, Juan Alberto Hernández, un conductor de guaguas de Titsa, la misma empresa pública de transportes en la que Isabel y Salvador trabajaban.

Pero la relación de pareja que ambos mantuvieron estuvo salpicada también por los presuntos malos tratos que Salvador le infligía a Isabel. Episodios violentos que ella misma confesó a sus compañeros de trabajo más próximos, a sus amigos y familiares. Algunas de estas confidencias han salido a la luz a lo largo de las tres jornadas del juicio en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Los testigos que conocían a la pareja han comentado que Isabel quería mucho a Salvador a pesar de los malos tratos.