De la actuación de los acusados, la Fiscalía Anticorrupción detalla las irregularidades cometidas en la firma y seguimiento de diez grandes contrato programas para la formación en empleo con organizaciones empresariales y sindicales y academias de formación como Apeco, la FEHT, Forecan, Asaja, Cecapyme, la Fundación para la Promoción del Empleo, la Formación Profesional y el Movimiento Cooperativista, UGT, Fedalime, Steinger, RIU, así como homologaciones irregulares de cursos y la ausencia total de control de los objetivos de inserción laboral de esos contrato-programas por parte del Icfem.
El escrito indica, en el caso del contrato-programa trienal (1995-1997) con la Asociación de las Pequeñas Empresas de Economía Social (Apeco) que este fue firmado por Víctor Díaz contra un informe jurídico de los servicios de la Comunidad, que detallaban infracciones del ordenamiento jurídico en el documento suscrito, del mismo modo que con otro contrato-programa firmado con la patronal de la hostelería y turismo (FEHT), cuyos importes entre 1995 y 1997 ascendieron a 353.289,43 euros, 249.184, 34 euros y 327.345, 47 euros -en total 154.708.904 de las antiguas pesetas-, con el mismo tipo de informe jurídico contrario.
Aparte de no detallar en esos documentos los objetos del contrato, la selección de alumnos, los objetivos de inserción laboral y, sobre todo, el seguimiento y evaluación de las acciones formativas por parte del Instituto, en el caso de la FEHT, la Fiscalía señala que el acuerdo se suscribió con el pleno conocimiento del Icfem y la Consejería de las subcontrataciones realizadas a academias que ejecutarían esos cursos, contraviniendo la normativa vigente.
Otro de los delitos de prevaricación de los que son acusados los ex altos cargos de Empleo se centran en Forecan, que del mismo modo que la FEHT, ya tenía subcontratados los cursos asignados por los cuales percibió 99.200.700 pesetas en 1995 y parte de 1996, incluso en la documentación aportada por los adjudicatarios de las subvenciones ya figuraban las direcciones de los centros subcontratados, aunque sin especificar los nombres de estos a los que se trataba de camuflar.
El escrito de acusación se extiende especialmente en el caso de Forecan, ya que figuran en el mismo auditorias de la Intervención General de la Comunidad por decenas de importes que debieron ser reintegrados a la Administración pública, y que no fueron requeridos al ser imputados por los responsables del Icfem a las academias subcontratadas por parte de Forecan, la única que tenía vinculación con el Icfem para poder reclamar los reintegros. Las cantidades globales en este caso ascienden a más de 50 millones de las antiguas pesetas.
Otra serie de subvenciones a Forecan también quedan en entredicho a la hora de su justificación y reintegro no exigido por parte de la Administración pública, mientras el modus operandi denunciado de subcontrataciones irregulares por parte de las adjudicatarias y reintegros no satisfechos al detectarse la no ejecución de cursos se repite a lo largo del escrito de Fiscalía, una de las cuatro partes personadas en un caso en el que también ejercen la acusación particular otros colectivos.
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