lunes, 28 de noviembre de 2011
El alcalde de Las Palmas pretende imponer a la capital unas instalaciones cuyos accidentes han provocado miles de víctimas mortales
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
CANARIAS SEMANAL
A finales de la pasada semana, el alcalde de Las Palmas de G.C., Juan José Cardona, aprovechaba uno de los plenos municipales para ofrecer esta ciudad como emplazamiento de la planta de regasificación con la que se pretende introducir el Gas Natural Licuado en Gran Canaria. Nuestro colaborador Arturo Inglott analiza en este artículo qué intereses se ocultan tras el proyecto y cuáles serían las consecuencias de optar por esa "alternativa" energética. Inglott denuncia, asimismo, la existencia de una campaña mediática que utiliza el socorrido "pleito insular" para intentar crear una corriente de opinión favorable a los interes del lobby del gas.
A finales de la pasada semana, el alcalde de Las Palmas de G.C., Juan José Cardona, aprovechaba uno de los plenos municipales para ofrecer esta ciudad como emplazamiento de la planta de regasificación con la que se pretende introducir el Gas Natural en Gran Canaria.
“El próximo lunes -aseguraba el primer edil derechista - plantearé en el consejo de administración de la autoridad portuaria la disponibilidad para ubicar en el puerto la planta proyectada para Arinaga ".
Como se recordará, el proyecto de instalar esta instalación en la citada localidad se ha topado hasta el momento con la oposición de la Mancomunidad del Sureste. Paradójicamente, esta oposición se encuentra encabezada por el alcalde de Agüimes Antonio Morales, que hace algunos años impuso a su vez, contra la opinión de ecologistas y movimientos sociales, la construcción del puerto de Arinaga en el que hoy se pretende ubicar la regasificadora. Pero, contradicciones y responsabilidades históricas aparte, resulta preciso reconocer que los argumentos esgrimidos hoy por Morales resultan incontestables. En el más corto plazo, el primer edil de Agüimes ha alertado sobre los peligros de situar una instalación de estas características en las cercanías de una zona habitada, tal y como ahora pretende hacer su homólogo capitalino. Las declaraciones de Juan José Cardona en el sentido de la supuesta “seguridad” de esta plantas, chocan de bruces con la realidad. Regasificadoras como las que el alcalde del PP desea ubicar en el Puerto de La Luz han sufrido accidentes con miles de víctimas mortales en todo el mundo. En 1984, el siniestro de una planta de gas licuado en San Juan de Ixhuatepec (México) provocó 5.000 muertos, 4.200 heridos y más de mil desaparecidos. Ardieron 6.500 toneladas y las llamaradas alcanzaron 300 metros de altura. La radiación térmica fue tal que solo se consiguió reconocer al 2% de los cadáveres y unas 20 hectáreas de superficie fueron afectadas por la explosión y la radiación. En 2004 otro accidente en una planta de Argelia costó 27 muertos y 80 heridos. La lista incluye también plantas accidentadas en New York, Maryland, etc.
Un gran negocio para unos pocos, una hipoteca para Canarias
Pero además de estos enormes peligros, la introducción del Gas Natural Licuado en Canarias -como supuesta "alternativa” o complemento del petróleo- significaría profundizar de manera suicida en la dependencia energética de los combustibles fósiles. Un modelo con una fecha de caducidad cada vez más cercana. No se trata solamente de una energía contaminante que aumenta el problema de la polución medioambiental y agrava el cambio climático, sino que, al igual que sucede con el crudo, el cénit de la producción de gas es inminente. Un estudio del prestigioso geólogo Euarn Mearns estima que en el caso de los países productores del norte de África (Libia, Egipto y Argelia), este cénit podría alcanzarse en el año 2015, fecha a partir de la cual la producción comenzará a declinar. En un escenario mundial de oferta creciente el primer efecto del cénit será un aumento espectacular de los precios que, por sí sólo, podría llevar al colapso una economía tan frágil como la canaria. Así las cosas, parece lógico pensar que cualquier planeamiento sensato que aspire a impulsar un verdadero "progreso" para las Islas exigiría, entre otras cambios económicos y políticos estructurales, orientar los recursos disponibles hacia el desarrollo de las fuentes de energía limpias y renovables, explotando las inmejorables condiciones que para ello ofrece el Archipiélago.
La “sensatez” o la mesura, sin embargo, resultan incompatibles con el interés privado de las compañías capitalistas - regidas por la búsqueda del máximo beneficio– y consecuentemente de las actuaciones de sus representantes políticos. Para comprender el empeño de los gobiernos autonómico y español en introducir el Gas Natural en las Islas, pese a la hipoteca de futuro que esto supondrá para la inmensa mayoría de los canarios, resulta preciso conocer , pues, quienes obtendrán multimillonarios beneficios con el negocio.
En el año 2005, el Gobierno regional privatizaba a dedo la Compañía Transportista de Gas de Canarias SA (GASCAN). Para repartir el pastel se creó ad hoc la entidad Regional Canaria de Energía S.L., integrada por un “selecto” grupo de empresarios de las dos provincias que se hicieron con el 40% de GASCAN por el más que módico precio de 1,6 millones de euros. Estos empresarios constituyeron sendas Sociedades Anónimas para canalizar su productiva inversión. Una en Las Palmas, denominada Agrupación Energética de Canarias, S.A. y formada por Lopesan, Satocan, Astican, Pérez Moreno, Laymos y Pedro Agustín del Castillo. La otra en Tenerife, bajo la denominación de Inversiones Energéticas de Tenerife, S.A. Como accionistas de esta última figuran las empresas de Pedro Suárez, Antonio Plasencia, José Fernando Rodríguez de Azero y Pedro Luis Cobiella. El pasado mes de septiembre la compañía Enegas - participada por Omán Oil Company, el banco Mare Nostrum, Cajastur, BBK y otros fondos de inversiones ingleses y americanos - compraba las acciones de los empresarios canarios, haciéndose con el 41,94% de la compañía. El resto queda repartido entre Endesa (47,18%) y Sodecan -empresa pública perteneciente al Gobierno de Canarias- con u 10,88%.
En este contexto, y con tan poderosos grupos empresariales de por medio, no es extraño que los esfuerzos institucionales para tratar de imponer el GNL en las islas se hayan intensificado en las últimas fechas. En Gran Canaria, coincidiendo con las declaraciones de Juan José Cardona, el diario La Provincia iniciaba el viernes 25 de noviembre una campaña mediática basada en el procedimiento de avivar el pleito insular, que tantos servicios ha prestado a lo largo de los siglos a las burguesías isleñas. "Gascan se lleva su sede fiscal a Tenerife por el bloqueo de la gasificadora grancanaria. La isla tinerfeña recibirá una inversión de 245 millones por esta infraestructura” - titulaba el diario de Prensa Ibérica en el primero de una serie de artículos indisimuladamente partidarios y en el que ni siquiera se mencionaban los peligros inherentes a las regasificadoras. Sobre la función de los medios del establisment en la formación de una “opinión pública” favorable a los intereses del lobby del gas, seguiremos profundizando en sucesivos artículos.
Etiquetas:
AYTO. DE LAS PALMAS DE GC
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