El Mundo afila sus armas de desinformación masiva

"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"

LOS 'MEDIA' ULTRADERECHISTAS ABONAN EL TERRENO PARA LA CONTRARREFORMA LABORAL

CANARIAS SEMANAL

El próximo viernes, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobará un nuevo conjunto de medidas de corte neoliberal que se aplicarán al mercado de trabajo. Éstas incluirán el abaratamiento del despido, la “liberalización” de los EREs o la supresión de la ultractividad de los convenios colectivos. 

 Se prevé, igualmente, que anuncie la creación de un contrato exclusivo para los jóvenes con mayores grados de precariedad. Otras, como la imposición de los llamados “minijobs”, aún son objeto de un debate en el seno del Gobierno, centrado en cuál sería el ritmo más adecuado para imponer la contrarreformas.

     La principal variable que  el gabinete de Rajoy calibra a la hora de aplicar de manera inmediata todo su paquete ultraliberal no es otra que la posible  intensidad del rechazo social que éstas puedan generar. Y para  construir una  “opinión pública” predispuesta a aceptarlas como inevitables, los medios de comunicación afines al PP  -como hicieran en la anterior legislatura los adscritos al PSOE -  ya han comenzado a afilar sus armas de persuasión masiva. 

Este mismo martes 7 de febrero, el diario El Mundo atacaba con toda su artillería, poniendo la demoscopia al servicio de la inminente contrarreforma laboral. Esgrimiendo una encuesta encargada a la empresa Sigma Dos y  confeccionada con un sesgo ideológico tan marcado que sus resultados solamente podían ser los finalmente obtenidos. Como sabe cualquier alumno aplicado de Sociología, en efecto, mediante la adecuada selección de las preguntas, las opciones de respuesta y los grupos a los que se realiza la consulta, no resulta difícil conseguir las conclusiones deseadas. 

“Un 65% de los parados aceptaría un contrato con 20 días de despido”, titula en su portada el diario de Pedro J. Ramírez. Leyendo posteriormente la letra pequeña se aprecia que el 64,9% de los desempleados interrogados a este respecto responde afirmativamente en cuanto a su disposición a aceptar un abaratamiento del despido a cambio de obtener un “contrato indefinido”. 

Es decir, que la interrogante introduce como premisa una de las principales falacias con las que se trata de vender las tesis patronales. “Los empresarios no se atreven a realizar contratos indefinidos porque el despido resulta excesivamente caro”. Sin embargo, la evidencia histórica de las últimas décadas muestra todo lo contrario. La temporalidad no ha dejado de aumentar tras cada “reforma” precarizadora.

     

     En la línea que hemos descrito, la encuesta encargada por El Mundo se dirige a los colectivos más castigados por la Crisis capitalista para plantearles la misma disyuntiva que afectaría a alguien situado entre una afilada espada y la pared. Y es así como concluye que el"55,8% de los jóvenes que no tiene trabajo ni cobra ningún subsidio aceptaría un puesto a cambio de una retribución menor al Salario Mínimo Interprofesional". O que el “63% de los parados menores de 30 años cree que deberían autorizarse los minijobs”.

    

     Pero no contento, al parecer, con la munición suministrada por la “imparcial” encuesta de Sigma Dos, el periódico ultraderechista introduce también datos intencionadamente equívocos. En lo que a todas luces puede interpretarse como una defensa implícita de las agencias privadas de contratación, el redactor escribe que “un 47,7% de los desempleados tiene una opinión mala o muy mala de los servicios públicos de empleo, que tienen un presupuesto anual de casi 38.000 millones de euros”. Sin duda un presupuesto muy abultado, si no fuera porque – tal y como especifica otra pequeña nota del mismo diario que pasa fácilmente desapercibida – 30.474 de esos millones corresponden a las prestaciones que reciben los parados, y sólo 7.300 millones se destinaron a las denominadas políticas activas de empleo.

     

     Finalmente, El mundo dedica a la reforma en ciernes el editorial “Legislar para los parados no para los sindicatos”. Recomendando mucha "valentía" al Ejecutivo,  más “responsabilidad” a las venales CC.OO. y UGT y prometiendo que si todos pasamos por el aro nuestro futuro podría ser tan brillante como el de la desarrollada Alemania.