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Las Palmas G.C.Policías contra policías
Los agentes de la Policía Local capitalina han perdido la paciencia después de llevar un año pidiendo una solución y es que los inhibidores antibomba que usa la Policía Nacional anulan sus emisoras y les dejan vendidos y solos en caso de sufrir un ataque o vivir una situación peligrosa.
12-10-2008
Maletero del coche de Atestados con el ordenador en el interior. LP
RAÚL GIL - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
La paciencia tiene un límite y el de los policías locales de Las Palmas de Gran Canaria parece haber llegado a su tope. La Unión Sindical de Policía (USP) y UGT han vuelto a denunciar, esta vez con documentos en la mano, las graves interferencias que ocasionan a sus equipos de transmisiones los inhibidores que usa el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) para evitar la activación de explosivos por control remoto. Los guardias urbanos llevan un año denunciando estas incidencias y hartos de no obtener respuesta ni de la Jefatura Superior de Policía ni de sus propios concejales en el Ayuntamiento capitalino, los agentes advierten que están decididos a concentrarse y manifestarse delante de la Supercomisaría para exigir que sus compañeros de la Nacional no les anulen sus radios.
"Hace un año se cambiaron los equipos de transmisiones y se invirtió un montón de dinero en modernizarlos para nada porque los inhibidores de la Policía Nacional los anulan", denuncia Víctor García, de USP, "el problema tiene solución, pero nuestros jefes y los de ellos no se sientan a buscarla y los que pagamos las consecuencias somos nosotros". García esgrime un informe de una empresa especializada en la que, además de certificar que es una antena de la Supercomisaría la causante de las interferencias, recomienda que se programe el dispositivo de la Policía Nacional para que se salte la frecuencia de la Local cuando haga sus barridos de ondas.
El sindicalista señala que tanto él como sus compañeros de la guardia urbana se ven a menudo en situaciones de auténtico peligro al no poder usar sus emisoras portátiles en caso de peleas o altercados graves. "El ejemplo más claro de descoordinación por culpa de los inhibidores de la Policía Nacional fue aquel accidente en el que dos coches de la Local se estrellaron en diciembre en Alcaravaneras persiguiendo a un delincuente; pues fue por culpa de que las radios de los coches patrulla no funcionasen", añadió García.
Los sindicatos advierten que su paciencia se ha acabado y piden a los políticos que se mojen.
"Hacemos responsable de cualquier desgracia que pase por esta causa a la delegada del Gobierno y a la jefa del CNP por no haber tomado medidas antes", dijo García.
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