PSOE, PP, CCOO, UGT, CEOE Y CEPYPE. Estas organizaciones políticas, sindicales y empresariales son los dignos representantes y defensores de su política neoliberal. Esto lo refleja la participación de todas ellas en las distintas reformas realizadas en los tres últimos años.

"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"

LA JUBILACIÓN NO ES EL PROBLEMA, SOMOS LOS JUBILADOS

CANARIAS SEMANAL

La Troika tiene en el Estado español unos buenos aliados. A saber, PSOE, PP, CCOO, UGT, CEOE Y CEPYPE. Estas organizaciones políticas, sindicales y empresariales son los dignos representantes y defensores de su política neoliberal. Esto lo refleja la participación de todas ellas en las distintas reformas realizadas en los tres últimos años. Han sido muchos los recortes que han sufrido la clase trabajadora y las clases populares en general. Salarios, convenios colectivos, becas estudiantiles, aumento de la ratio en las aulas, copagos en la sanidad, desmantelamiento de la sanidad y la educación pública, niños que pasan hambre, etc. Eso sí, todo eso lo hacen siempre por “nuestro bien”. Es verdad que CC.OO. y UGT se han manifestado en contra de alguno de estos recortes, pero ha sido en manifestaciones muy débiles, sin movilizaciones obreras, sin una actitud firme que sacara a los trabajadores de los centros de trabajo. Han renunciado a la pelea, a la lucha. Les asusta que los trabajadores tomen las calles. Nunca, nunca trabajaran por una revolución obrera y campesina. Siempre pondrá la excusa de que “no se dan las circunstancias”.

LOS JUBILADOS

   Dice Sabino Cuadra, diputado por Amaiur, y dice bien, que no debemos hablar de las pensiones, sino de pensionistas. Las pensiones se expresan con números, estadísticas, gráficos y proyecciones. Los y las pensionistas tenemos nombre y apellidos. Por encima de todo somos personas, con familias, con derechos, con dignidad. Debemos hablar de la sostenibilidad, sí, pero de la sostenibilidad  de los y las pensionistas. Con esta premisa se debe plantear el debate y hacernos la siguiente pregunta: ¿cuál es el importe de una pensión para garantizar un nivel de vida digno y suficiente?

   Sabino Cuadra hizo varias preguntas a la comisión de “expertos independientes” de la Comisión nombrada por el Gobierno del PP. Les pregunto qué opinión tendrían sobre el factor de sostenibilidad de la pensiones si fueran ellos los que se jubilaran con una pensión de 700, 800 ó 900 euros al mes. Los “expertos” dieron la callada por respuesta y siguieron hablando de lo que les interesa: de sus gráficos, sus previsiones demográficas, sus modelos “alemán” o sueco”, etc. En sus análisis no se contempla que el gasto total destinado a pagar las pensiones en el Estado Español, que es inferior al 11%, está tres/cuatro puntos por debajo de Francia, Alemania, Italia, Grecia y Portugal y es dos puntos menor que la media de la UE-27. No, no son las pensiones las que están en peligro, sino los pensionistas. Tampoco nos dicen que a diciembre de 2012 más de 6,7 millones de pensionistas cobraban menos de 1.000, euros. Y que gran parte de ellos malviven con pensiones de 400 ó 500 euros. En el caso de las mujeres, el promedio baja un 40%, dándose un  estado de extrema pobreza. Pero todo esto continúan siendo cifras, estadísticas, porcentajes y los más de 6,7 millones de pensionistas que están por debajo de los 1.000 euros tienen nombres y apellidos, familias, dignidad, y derechos.

“LOS EXPERTOS”

   Mariano Rajoy nombró una comisión cuyos miembros se definían a sí mismos como “técnicos” e “independientes”. Las realidad es que su “independencia” está basada en sus vínculos  con la patronal del seguro, la banca y los variados y múltiples escenarios montados tanto por la banca como por las aseguradoras para crear opinión y extender la alarma sobre la supuesta “inviabilidad del régimen de pensiones” públicas. Ellos, los “expertos independientes”, jaman han negado estos vínculos, por lo que fue una comisión montada bajo el paraguas del fraude  y la mentira. Las cartas estaban marcadas, los dados trucados y las reglas del juego habían sido fijadas unilateralmente por la dirección del Casino. Es decir, el gobierno del PP. ¿Qué podía salir de ahí? Una mentira tras otra. Malditos sean todos ellos. Los que ya tenemos cierta edad, recordamos como los domingos y festivos nuestras madres nos dejaban utilizar alpargatas y el resto de la semana íbamos descalzos. Perdón por personalizar. Yo me corría la montaña de la Isleta descalzo sin molestia alguna, porque la planta del pie era como la suela de un zapato. Malditos chorizos. Lo que no nos han dicho es que no nos debemos preocupar por las pensiones, porque muchas personas con más de 50 años, con nombre y apellidos, con familias, con dignidad y con derechos, no van a cobrar una pensión digna porque se encuentran en el desempleo, sin posibilidad de encontrar trabajo el resto de su vida activa, sin percibir ningún tipo de retribución y por lo tanto sin cotizar. Malditos todos ellos. Nos dicen que la caja está vacía. ¿Qué pasó? ¿El dinero se evaporo? Simplemente pasó de la caja común a la caja privada. Ese dinero ha servido para que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Ese dinero ha servido para pagar a los corruptos.

LA RESISTENCIA ACTIVA

   ¿Y ahora qué hacemos? Nos han dicho por activa y pasiva que no hay dinero. Nos lo han dicho tantas veces y de muchas formas, que hasta nos lo hemos creído.

   Nos han dicho que hemos vivido “por encima de nuestras posibilidades”, que éramos pobres y nos comportábamos como ricos. Nos han dicho que somos los culpables de nuestros males. Incluso vamos por la calle y escuchamos estos argumentos en gente de nuestra clase, gente que lo está pasando mal, o tiene en su familia a alguien que está en la pobreza más absoluta.

   En esta situación solo podemos hacer dos cosas. Los más afortunados, salir por las mañanas de nuestro domicilio e irnos a jugar a la petanca, irnos a la plaza de nuestro pueblo o barrio y charlar con nuestros amigachos. Pasar por la asociación y jugarnos una partida al dominó o a las cartas. Otros, los menos afortunados, se pasaran por la parroquia, por caritas o por cualquier otra ONG en busca de la caridad.

   O, por el contrario, podemos defender nuestros derechos, nuestra dignidad, nuestras familias y salir a la calle a pelear. Conviene recordar que nadie nos ha regalado nada. Lo poco que hemos conseguido ha sido peleando, ha sido demostrando nuestra fuerza. Solo la lucha ha hecho retroceder la política neoliberal que siempre ha estado presente. Es verdad que hoy no podemos contar con una organización capaz de salir a combatir. Las principales organizaciones sindicales (UGT y CC.OO.) solo están por la concertación social, solo trabajan para que sigamos perdiendo nuestros derechos, nuestro poder adquisitivo, aunque no al ritmo que reivindican la gran patronal y su gobierno. En los años 70 en Canarias existían 4 ó 5 organizaciones sindicales. Hoy tenemos 20 organizaciones, pero ¿las podemos distinguir? Mientras los hechos no lo demuestren, todas están regidas por direcciones contrarrevolucionarias. Todas intentan arañarles afiliados a la otra, pero se olvidan de nuestros problemas, el problema de jubilados, trabajadores y campesinos. Su acción sindical está basada en los trabajadores más o menos estables, como son los de las distintas administraciones públicas. En los trabajadores que les pueden dar mayor réditos económicos por tener asegurada una cotización fija, mediante el descuento en nómina y del resultado de las elecciones sindicales también pueden recibir una gran entrada de dinero.

    Con estas organizaciones sindicales estamos perdidos. Por lo tanto, debemos ser nosotros con nuestra autorganización quienes salgamos a la calle. Tenemos que llamar a los desempleados y decirles que tienen que pelear, que nadie va a ir a las oficinas de desempleo a buscarles. Tenemos que llamar a viudas y viudos y decirles que las pensiones que perciben ahora se van a disminuir. Tenemos que  convocar a los trabajadores que día a día pierden su poder adquisitivo y sus derechos con el consentimiento de sus dirigentes sindicales. Tenemos que decirles a los jóvenes estudiantes que esta lucha también es su lucha. Basta de mareas bancas, violetas, azules, negras. Todas esas mareas tienen que confluir y provocar un tsunami. Un gran tsunami que arrase por toda la casta política y burócratas sindicales.

    Los viejos debemos saber que nadie va a defender nuestros derechos, que solo nosotros, con nombres y apellidos, con familias y con dignidad tenemos que defenderlos. Salgamos a la calle y salgamos ya.