domingo, 7 de julio de 2013
La operación contra veinte ´floteros´ por presunto fraude fiscal pone de manifiesto el oscuro negocio que se mueve en la capital con la explotación irregular de licencias de taxis.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
El presidente de la Asociación de Titulares de Licencias de Autotaxis de Canarias (Atlatc), Expedito Suárez, entiende que el edil lo tiene "muy fácil" si realmente quiere normalizar la actividad: "El problema de los floteros se soluciona en los despachos, no en la calle haciendo controles. El Ayuntamiento tiene la obligación de pasar anualmente una revisión y exigir a los titulares del taxi una fe de vida laboral en la que conste que está dado de alta como autónomo. Esto le permitiría comprobar las irregularidades que hay en el sector y actuar" contra viudas y jubilados, señala Suárez, quien recuerda que el reglamento nacional de los servicios urbanos de transporte establece en su artículo 17 que "toda persona titular de licencia de la clase A o B (taxis) tendrá la obligación de explotarlas personal o conjuntamente mediante la contratación de asalariados y afiliación a la Seguridad Social en régimen de plena y exclusiva dedicación y de incompatibilidad con otra profesión".
El nuevo reglamento canario del taxi aprobado el pasado año, al que no se ha adaptado todavía la ordenanza de la capital grancanaria, establece que un autónomo puede gestionar hasta un máximo de cinco licencias en Las Palmas de Gran Canaria. Y el artículo 29, que ha sido impugnado por los autónomos y asalariados de Tenerife, permite que no se deroguen las licencias a las viudas y jubilados que tengan un contratado. María Eugenia García, presidenta de la Asociación de Asalariados, está "harta" de denunciar que el objetivo de este reglamento no es otro que "amparar" al flotero, y advierte de que va en contra del reglamento nacional. Tanto García como Suárez piden la dimisión de Sabroso por su "incapacidad" para resolver el problema. "Si el concejal dice que no puede controlar las irregularidades de los jubilados, tiene que dimitir", sostiene Suárez.
En cualquier caso, García indica que la pervivencia de los floteros, cuya existencia se remonta a la década de los setenta del siglo pasado, se debe a "la dejación de funciones por parte del Ayuntamiento". Fue María Eugenia García la que provocó la primera investigación contra la explotación irregular tras repetidas denuncias desde 2007, tanto en el Consistorio como en los tribunales. La Policía llevó a cabo en 2010 la primera redada en las empresas de tres floteros que explotaban unas setenta licencias. A partir de ahí, se inició una investigación a cuatro bandas, liderada por la Fiscalía de Delitos Económicos, en la que participan la Agencia Tributaria, la Inspección de Trabajo y el Ayuntamiento.
Fraude
Hacienda comprobó que uno de los tres floteros investigados ocultó al fisco más de 600.000 euros, por lo que fue imputado por fraude fiscal, pero el juzgado de Instrucción número tres archivó la causa en 2011, tras anular las pruebas obtenidas por la Policía Local, al considerar que se pidió autorización para hacer las grabaciones y registros a la Sala de lo Contencioso-Administrativo, lo que no es válido para el procedimiento penal. El archivo fue recurrido por la fiscal delegada de Delitos Económicos, Eva Ríos, quien argumentó que hasta que no concluyó la operación no se comprobó que había delito. El recurso está todavía pendiente de resolver.
Por su parte, la Inspección de Trabajo impuso multas a 80 titulares de licencias por la cesión ilegal de trabajadores, que también fueron recurridas. Mientras tanto, la investigación realizada por la Policía Local demostró la explotación irregular de 70 licencias. El Ayuntamiento inició en 2011 los expedientes para revocar quince de estas 70 licencias, pero no llegó a hacer efectiva la orden, porque los afectados recurrieron. Dos años después, todos los expedientes han caducado: La Corporación municipal aludió a los recursos y la anulación de las pruebas.
Hasta 2011, las irregularidades de los floteros fueron denunciadas exclusivamente por los asalariados, mientras que los autónomos miraban para otro lado. El propio José Luzardo, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi, llegó a afirmar que los floteros no existían. Pero la llegada de la crisis hace aumentar el malestar entre este colectivo, que se queja de que los arrendadores tienen sus coches circulando las 24 horas del día, lo que reduce aún más el menguante negocio: han perdido la mitad de clientes.
Es en este marco cuando Expedito Suárez creó una asociación de autónomos, y en 2012 presentó una denuncia en Fiscalía que dio lugar a la batida del pasado martes. María Eugenia García recuerda que el ahora ministro y exalcalde José Manuel Soria "ya advirtió en 2002 a las viudas y jubilados que tenían que regularizar la situación". García plantea al Ayuntamiento, como una salida intermedia, que permita que los titulares puedan legalizarse "sin ningún tipo de sanción", y derogue luego las licencias
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