jueves, 30 de agosto de 2012
La alarma y el temor ha empezado a cundir entre las decenas de miles de trabajadores pertenecientes a los colectivos de personal laboral de las Administraciones Públicas del Estado español. Todos los indicios apuntan a que a partir del próximo mes de septiembre se iniciará un auténtico aluvión de despidos entre el personal adscrito a la Administración del Estado.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
CANARIAS SEMANAL
La alarma y el temor ha empezado a cundir entre las decenas de miles de trabajadores pertenecientes a los colectivos de personal laboral de las Administraciones Públicas del Estado español. Se teme que a partir del próximo mes de septiembre se inicie un auténtico aluvión de despidos entre el personal adscrito a la administración del Estado.
Y es que la reforma laboral introdujo un "eficaz" instrumento para la ejecución de despidos y expedientes de regulación de empleo (ERE): la insuficiencia presupuestaria. Utilizando esta ingeniosa herramienta las administraciones públicas pueden proceder al despido de miles de asalariados.
Lo que ha terminado por consolidar las sospechas de que será en el próximo septiembre cuando se produzca una auténtica "barrida" de despidos, ha sido la publicación del proyecto deReal Decreto en el que se aprueba el reglamento para ejecutar los despidos colectivos, suspensión de contratos y reducción de jornada. En el articulado del proyecto se concretan las causas económicas que justifiquen la aplicación de un ERE sobre el personal laboral de la administración. De acuerdo con lo contenido en el proyecto de real decreto, los ERE podrán iniciarse cuando la disponibilidad de la administración haya disminuido en un 10%. Esta circunstancia ya se ha producido, pues los recortes del gasto impuestos por el cumplimiento de la reducción del déficit han terminado por alumbrar esta situación.
Pero en esta ocasión el augurio de la ola de despidos no se han adelantado a anunciarlo los dos sindicatos institucionales, CCOO y UGT. Ni tampoco los sindicatos alternativos situados a su izquierda. Que el tsunami de despidos se va a producir lo tiene claro hasta el presidente del CSIF, un sindicato políticamente amarillo y siempre muy adscrito a las tesis de la administración. Miguel Borra, su presidente, declaró sin ambages que la barrida de despidos comenzara ejecutarse a principios del próximo mes de septiembre, y que ésta se iniciará con especial rigor en los ayuntamientos.
Por otra parte, Agett, la patronal de las agencias temporales de empleo, en un último informe indicaba que el "ajuste" de personal se hará especialmente intenso a partir del tercer trimestre del año, en el que se pondrá en evidencia el efecto de las medidas para cumplir el objetivo del déficit.
Nos encontramos, pues, a las puertas de un auténtico "cataclismo laboral". Son muchos los que no entendiendo cuáles son los resortes reales que están moviendo esta crisis, se interrogan desconcertados por las razones de unas medidas que no sólo dispararán el número de parados sino que impedirán paralelamente el consumo y, por tanto, la productividad. La lógica de las leyes del mercado laboral indica que, sin embargo, bajo esta situación aparentemente contradictoria y enloquecedora, subyace la apuesta de la gran burguesía de los países del centro europeo - Alemania y Francia - respaldada por las burguesías periféricas, con el claro objetivo de forzar la reducción drástica del precio de la mano de obra, y estar así en condiciones de rivalizar en el hoy ultracompetitivo mercado internacional.
Etiquetas:
CRISIS ECONÓMICA,
GOBIERNO DE ESPAÑA,
REFORMA LABORAL
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