EL GRAN PROBLEMA DE GUAGUAS.

"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"

Opinión
03/10/2008 Actualizada el 03/10 a las 00:21
Del Director
El gran problema de Guaguas
"Los guagüeros deberían mirar de nuevo hacia el Ayuntamiento. Ahí radican sus males"

Francisco Suárez Álamo Las Palmas de Gran Canaria
Los guagüeros (de Guaguas Municipales, quiero decir) llevan haciendo más kilómetros que Lance Armstrong en busca de soluciones al futuro de una empresa endeudada hasta las cejas y sin un plan de futuro a corto plazo. Se han sentado con el equipo de gobierno local, con el presidente del Ejecutivo canario y ayer le tocó el turno al titular del Cabildo, José Miguel Pérez. En casi todos los encuentros han escuchado palabras de comprensión, incluso de solidaridad, pero luego, a la hora de la verdad, nadie quiere implicarse más de lo debido para sacar a la compañía del atolladero.

Ayer, sin embargo, les tocó escuchar un realista como pocos pero que es de de agradecer en estos tiempos en que decir las verdades obliga a pagar un precio muy caro. José Miguel Pérez no sucumbió a la tentación del populismo y subrayó que una cosa es arrimar el hombro por el bien de Guaguas Municipales y otra muy diferente es dejar que la gangrena que afecta a la empresa se extienda por ese hombro y finalmente se adueñe de todo el cuerpo. Pérez, para que no haya equívocos, les explicó que si el Cabildo da un paso más allá de lo razonable en Guaguas, mañana tendrá sentado en la puerta del despacho a varios ayuntamientos con competencias en materia de transporte -por no hablar de otros sectores- que también acuden en busca de tan espléndida -y ruinosa- implicación.

En realidad, los guagüeros deberían mirar de nuevo hacia el Ayuntamiento. Ahí radican, en gran medida, sus males y, lo que es peor, los obstáculos para la superación de los mismos. En los despachos de las oficinas municipales están sentados esos concejales del grupo de gobierno que están aprovechando la crisis de Guaguas para pasar al cobro diversas facturas políticas, para contribuir, en suma, a la guerra de guerrillas a cuenta de quién se posiciona mejor para ser el sucesor de Jerónimo Saavedra en la candidatura socialista a la Alcaldía en 2011.

Eso, y no otra cosa, es lo que ocupa las mentes de buena parte de los ediles gobernantes, y por eso cuando se les pregunta sobre Guaguas se llega a dos posibles conclusiones: a) no tienen ni idea de lo que hablan e improvisan constantemente; o b) buscan aquella salida que ponga en un aprieto a uno de sus (teóricos) compañeros de filas.

Mientras ellos y ellas se entretienen en algo tan mundano, Guaguas agoniza, los trabajadores miran lo que sucede con una mezcla de tristeza y estupefacción y los usuarios se plantean recurrir al coche como animal de compañía en esta ciudad condenada al peor de los colapsos: el de unas administraciones donde algunos gestores no saben diferenciar entre la gestión política y la política de partido.
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