"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
Ricardo Melchior y TITSA: 'La maté porque era mía'
Cuando Manuel Ortega dijo en noviembre pasado, en un debate en el Ateneo, que desde que estaba al mando del transporte público en Tenerife TITSA había perdido el 25% de sus viajeros, sin ponerse colorado ni nada, algunos creímos que podía tratarse de otra maniobra más dentro de la campaña de desprestigio que se ha emprendido contra TITSA desde que consideraron en ese Cabildo que la prioridad eran las inversiones multimillonarias en catenarias y que ponen tan contentos a los constructores locales que, como se sabe, son los que controlan el cotarro por aquí.
Pero no, nada más lejos de la realidad lamentablemente, lo que ocurría es que era noviembre y ya el Ortega se ve que tenía datos del descalabro de las cifras de usuarios de TITSA en 2009 que se han podido conocer ahora por ese contacto privilegiado que tiene el periódico 'El Día' con el poder, que digo eso no porque quiera restarle mérito al periodista sino porque algunos hemos intentado conseguir esos datos como contribuyentes y copropietarios que somos de esa empresa pública y ni de coña.
Y como quiera que sea el caso es que de los cerca de 60 millones de viajeros que tenía TITSA cuando se comenzaron a levantar las calles para poner el tranvía hoy en día nos encontramos en algo menos de 42 millones, con lo que si tenemos en cuenta que las dos líneas del tranvía mueven unos 13 millones, según ellos, el dato es que después de haber invertido trescientos millones de euros en tranvías el saldo neto de usuarios del transporte público en Tenerife desde la implantación de la catenaria es negativo y, en conjunto, puede ser que con tranvía y todo hayamos perdido dos o tres millones de usuarios. Verdaderamente impresionante.
TITSA era una empresa rentable porque al tiempo que cubría multitud de líneas deficitarias, por la importancia social de las mismas, tenía dos o tres líneas muy rentables que compensaban la necesidad de mandar una guagua a Taganana o a los puntos más recónditos de la Isla. Líneas que, como la 013, 014 ó 015 nunca tuvieron ninguna ventaja en cuanto a preferencias de paso o a facilidad de acceso de los usuarios a la guagua por cualquier puerta pese a lo cual hacían su servicio y permitían compensar las pérdidas de tener que atender otros servicios deficitarios. Sin embargo llegó el tranvía y, sin compensar para nada a la empresa que le toca bailar con la más fea en cuanto a rentabilidad, se carga las líneas más rentables de TITSA no sólo mediante una competencia desleal sino incluso retirando a la O14 y 015 tanto del centro de Santa Cruz como del centro de La Laguna para que los usuarios no tuvieran la opción de elegir entre tranvía y guagua, según su conveniencia. Un tranvía donde, además, han metido sus garras multinacionales del trasporte que buscan pura y exclusivamente el interés crematístico por encima de cualquier otra cosa y al precio que sea.
Y verdaderamente lo cierto es que no se puede favorecer un medio de transporte a costa de otro. Si Metropolitano está dispuesto a asumir el coste de cubrir líneas con Fasnia, con Arico, con los altos de La Matanza o Buenavista del Norte pues está muy bien que se haga con líneas rentables también. Pero si esos servicios los ha de cubrir TITSA no se puede ir en contra de esta empresa 100% pública para favorecer a otra donde hay intereses privados por medio. Imagínense ustedes que en lugar de tranvía se hubiera introducido una empresa semiprivada de guaguas que se hubiera hecho con las líneas más rentables de TITSA sin hacerse cargo de nada más. ¿Se habría podido consentir eso? Pues el caso es que a mí no me pregunte cómo pero se lo hemos permitido a Metropolitano lo que está enviando al trasporte público de Tenerife al abismo.
La realidad, señores de Metropolitano, es que si uno quiere ir de Madrid a Toledo (que es como ir de Santa Cruz al Sur) ahora hay una nueva línea de tren que se parece bastante a la que quieren poner en Tenerife que es súper cómoda y todo lo que se quiera pero cuesta casi el doble que ir en guagua, como es natural porque eso hay que financiarlo y no parece lógico que el tren lo tenga que financiar la guagua y el viajero que no le importe ir un poco más incómodo, hasta cierto punto, y tardar un cuarto de hora más pues paga 4,71 euros frente a los 9,45 que cuesta el trayecto en ese tren. En Tenerife, sin embargo, por más que se les pregunta cuánto va a costar el tren no hay forma de que chisten. Eso sí, lo que dejan claro es que costará lo mismo que la guagua para que ésta no le haga competencia pese a que es veinte veces más barato ir en guagua que en tren si tenemos en cuenta la inversión. Y lo mismo ha pasado con el tranvía, desde que se introdujo se han disparado los precios y hoy en día tenemos los más caros del territorio español habiendo subido en algo más de dos años un 25% para los estudiantes y algo menos para el resto de los usuarios vayan en guagua o en tranvía. Y así nos va el pelo, lógicamente, porque hay quien se creía que el tranvía lo iba a pagar Ricardo Melchior de su bolsillo y obviamente eso es una gilipollez porque de los vencimientos de los préstamos nos hacemos cargo todos y cada uno de nosotros religiosamente. A eso pónganle el cuño.
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