viernes, 8 de marzo de 2013
Los ingresos de los sindicatos CCOO y UGT han engordado con la recesión.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
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La cantidad corresponde sólo a las subvenciones estatales. Apenas el 12% de los trabajadores están afiliados a alguna de las dos centrales sindicales mayoritarias.
La crisis económica ha salpicado con mayor o menor virulencia a todos los resortes de la sociedad. Cientos de miles de empresas han quebrado y la tasa de paro roza peligrosamente los cinco millones, pero los ingresos de los sindicatos han engordado con la recesión.
Aunque es prácticamente imposible realizar un cálculo real del volumen de ayudas públicas que reciben las principales centrales sindicales, según un informe realizado por el sindicato USO,Comisiones Obreras y UGT han recibido como mínimo 500 millones de euros entre 2007 y 2009.
Pero esta cantidad sólo se refiere a las ayudas que han ingresado los sindicatos por la vía de la Administración General del Estado. Es decir, que a esa cantidad ya de por sí abundante, hay que añadir las partidas que han llegado a las centrales a través de las subvenciones de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Según algunos estudios, esa cantidad podría duplicarse si se añadiesen las ayudas de las administraciones regionales. Así, por ejemplo, a las cifras citadas anteriormente habría que sumar otros 265 millones de euros que la Junta de Andalucía concedió a UGT y CC OO entre 2004 y 2009.
Una de las patas fundamentales para la financiación de las centrales sindicales es, sin duda, las partidas que recibe por la gestión de innumerables cursos de formación.
Se trata de un negocio realmente suculento que consiste en ofrecer a parados y trabajadores todo tipo de formación que el Inem es incapaz de ofrecer. La mayor parte de los cursos que gestionan los sindicatos pasa necesariamente por las manos de la Fundación Tripartita que controla un presupuesto de más de 2.200 millones de euros.
Otro de los pilares en los que se asientan las arcas de los sindicatos en España es la negociación colectiva y la gestión de los expedientes de regulación de empleo, los consabidos ERE.
Es decir, que la crisis ha servido también para incrementar las partidas de las principales centrales, pues en 2009, los ERE crecieron un 583,7% y afectaron a 953.331 trabajadores.
En los últimos tres años, podrían haber ingresado en torno a 200 millones procedentes de la intermediación en los procesos de regularización de empleo, según han publicado varios diarios económicos. Y es que por cada despido que gestionan los sindicatos en estos casos, las centrales se llevan, al menos –varía según la organización sindical–, entre un 10% y un 15% de la cantidad que le corresponde como indemnización a cada empleado despedido en un proceso de regularización masiva.
Pero los sindicatos reciben dinero público también por la gestión de planes de pensiones. Según publicó LA GACETA, CC OO y UGT se embolsan anualmente medio millón de euros por la administración del Plan de Pensiones de la Administración del Estado.
Gracias a todas esas partidas salidas de las arcas públicas, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo no tienen que preocuparse de llegar a fin de mes.
Según confirmó el líder de UGT en el programa Tengo una pregunta para usted, de Televisión Española,su sueldo ronda los 2.500 euros mensuales. Una cifra nada desdeñable, pero muy lejana a los 120.000 euros de ingresos anuales de los trabajadores que el Gobierno ha catalogado como ricos y a los que subirá su aportación impositiva el próximo año.
Ambos líderes sindicales cobran, según han manifestado, en torno a los 30.000 euros al año.
No sólo los dirigentes sindicales superan ampliamente los sueldos mileuristas. También sus asesores perciben unos sueldos anuales que rondan los 30.000 euros en el caso de Comisiones Obreras.
Uno de los motivos que ha provocado que el sindicato mayoritario de la función pública se haya descolgado de la convocatoria del 29-S es que los sindicalistas se han subido el sueldo en el último año, mientras los empleados públicos tendrán que apretarse el cinturón y soportar un recorte de su sueldo.
Según consta en el BOE, en 2009 los responsables de UGT se subieron el sueldo por encima de lo que subió la vida, es decir, por encima del IPC, que suele ser el valor utilizado para las revisiones salariales.
En junio del año pasado se publicaron las tablas salariales del convenio colectivo marco de la UGT. Según consta en el BOE, el poder adquisitivo de los empleados sindicales –en el caso de UGT, más de 1.500 trabajadores– subió el año pasado casi un 4%, mientras que el IPC cayó un 0,3%.
También este año y el siguiente verán incrementarse sus sueldos, aunque en menor medida, mientras que los funcionarios ven reducirse su sueldo y los pensionistas congelarse sus pagas.Pero quizás si hay un aspecto que resulte preocupante tanto para los propios sindicatos como para los contribuyentes es que el número de afiliados a las organizaciones mayoritarias cae en picado cada año. Las centrales se niegan a dar datos oficiales de sus afiliados y eso no hace más que aumentar las sospechas sobre su escasa representatividad real.
Según datos de 2008, Comisiones Obreras es la central mayoritaria con más de 1.200.000 sindicalistas en lista. UGT, por su parte, sobrepasa levemente el millón, aunque estas cifras podrían haber variado de forma contundente en el último año.
Los coordinadores sindicales se han quejado de que la crisis –aunque les ha reportado beneficios por la gestión de los ERE–, ha supuesto un bajón en el número de afiliaciones, pues los trabajadores no consideran rentable pagar a un sindicato por sus servicios, pues son conscientes de que las centrales van a seguir financiándose con el dinero público.
La clave está en comparar las cifras de afiliación con el número de trabajadores ocupados existentes ahora mismo en nuestro país. Según los últimos datos de la encuesta de población activa (EPA), en España existen 18.476.900 trabajadores. Si relacionamos ese dato con el de los sindicalistas de carné, la conclusión es aplastante. Sólo un 12% de los asalariados españoles confían en la labor de los sindicatos mayoritarios.
Esas cifras coinciden y se traducen en una imagen de descrédito y desánimo general de las centrales, especialmente UGT y CC OO, que se han convertido para gran parte de la sociedad en un lastre.
Etiquetas:
CCOO,
REFORMA LABORAL
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