España, que cuenta con uno de los niveles de desocupación más elevados del mundo, (22,4 %), bajará apenas el 2 % en el 16 y el 0,2 % en el 17, de acuerdo a proyecciones de la propia OIT, aunque al concluir el pasado enero el saldo ha sido muy desfavorable para los españoles en materia laboral y según la mayoría de los pronósticos esta nación europea tardará al menos 10 años para volver a los niveles de empleo que mostraba antes de la crisis, aunque a mi juicio, con las actuales políticas más la inestabilidad que trae consigo la puja entre los partidos tradicionales para formar Gobierno será muy difícil una recuperación sostenible a corto plazo.
lunes, 15 de febrero de 2016
"Uno de cada tres trabajadores en el mundo no encuentra donde ganarse el sustento"
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
CANARIAS SEMANAL
El 2016 abrió sus puertas con la desalentadora cifra de 197,1 millones de desocupados. Uno de cada tres trabajadores en el mundo no encuentra donde ganarse el sustento o vive en la pobreza y según estimados de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el año en curso 2,3 millones más perderán el empleo de que disponen hoy, mientras que al finalizar el 2017 los parados sobrepasarán los 200 millones.
Cada día el mundo en que habitamos suma una nueva y casi siempre injustificada tragedia. A los problemas derivados de las guerras, la barbarie terrorista, los desastres naturales resultantes del deterioro atmosférico, el encarecimiento de los alimentos, la emigración masiva y el hambre, se suma de manera incontrolable el aumento del desempleo.
Cálculos conservadores han vaticinado que en el transcurso de los próximos seis años serán necesarios más de 240 millones de nuevos puestos de trabajo para absorber el crecimiento anual de la fuerza laboral, estimado en 40 millones por año.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la humanidad enfrenta así el desafío de disponer de 600 millones de ocupaciones productivas antes del 2022, sin contar que existe también la necesidad adicional de crear ocupaciones dignas para los aproximadamente 900 millones de trabajadores que viven con sus familias por debajo de la línea de la pobreza, la mayoría de ellos en países desfavorecidos económicamente.
La agencia de Naciones Unidas considera que la mayor afectación en materia de empleo se producirá precisamente en las economías emergentes y en desarrollo, debido a factores como un menor reclamo de materias primas a escala global, la fragilidad en los precios del petróleo, el incremento de la población mundial, y la desaceleración en China y otros integrantes de los BRICS, en particular Brasil.
En América Latina y el Caribe, por ejemplo, la tasa de desocupación aumentará como consecuencia de estos factores desfavorables de 19,9 a 21 millones. El Banco Mundial ha divulgado que uno de cada cinco latinoamericanos está en este momento en paro.
El conjunto de la eurozona, según reportes de la agencia Eurostar, tiene 10,7 % de desempleo, mientras que la Unión Europea cuantifica el 9,3 %, en ambos casos los más bajos desde el 2009, según la fuente, aunque algunos estudiosos del tema citadas por DPA juzgan que aun cuando hay cierta estabilidad en los países desarrollados las tasas en estos siguen siendo altas. Por ejemplo la cifra de jóvenes parados al concluir el 2015 ascendía a73 millones, buena parte de ellos precisamente en el llamado Primer Mundo. Esta realidad suscitó no pocas "preocupaciones" en el más reciente encuentro del foro de Davos.
España, que cuenta con uno de los niveles de desocupación más elevados del mundo, (22,4 %), bajará apenas el 2 % en el 16 y el 0,2 % en el 17, de acuerdo a proyecciones de la propia OIT, aunque al concluir el pasado enero el saldo ha sido muy desfavorable para los españoles en materia laboral y según la mayoría de los pronósticos esta nación europea tardará al menos 10 años para volver a los niveles de empleo que mostraba antes de la crisis, aunque a mi juicio, con las actuales políticas más la inestabilidad que trae consigo la puja entre los partidos tradicionales para formar Gobierno será muy difícil una recuperación sostenible a corto plazo.
La anunciada desaceleración en la economía global, y muy en particular en las naciones emergentes, traerá las mayores consecuencias para Asia, América Latina, África y buena parte de la región árabe, advierte la agencia Prensa Latina, mientras algunos juicios recogidos por la italiana ANSA apuntan a que el enlentecimiento a escala planetaria más el fuerte decrecimiento del ritmo de la economía China arrastrarán en primer lugar a las naciones latinoamericanas hacia una posición desfavorable en materia de empleo. Considero particularmente que en mayor o menor escala el paro afectará a mediano plazo a casi todas las naciones, el desfavorable saldo del primer mes del año en España así lo anticipa.
Hablar de más empleo en un mundo donde la brecha entre ricos y pobres se ensancha por día, donde los enormes recursos financieros en manos de unos pocos contrastan con el cada vez mayor número de desposeídos y el dinero de muchas naciones escapa por la rendijas fiscales hacia los llamados paraísos donde los poderosos ponen a buen recaudo sus capitales, es un burdo eufemismo. Trabajar continúa siendo el más burlado de los derechos del hombre.
(*) Orlando Ruiz Ruiz periodista, escritor y colaborador de Canarias Semanal.org. Fue, hasta su reciente jubilación, jefe de la Sección Internacional del periódico portavoz de los sindicatos cubanos "Trabajadores".
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