sábado, 6 de diciembre de 2014
GOBIERNO Y SINDICATOS NO SE PONEN DE ACUERDO
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
EL ECONOMISTA
El Gobierno y los agentes sociales se levantaron el jueves de la mesa sin cerrar oficialmente la cuantía de la prestación para los parados de larga duración. Es uno de los principales puntos que más dolores de cabeza provocan desde el inicio de estas negociaciones que parten del mes de julio. No obstante, según fuentes presentes en la reunión, la actual diferencia que no permitió ayer anunciar una cifra definitiva fueron 20 euros.
La propuesta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasa por abonar a los parados de larga duración que ya hayan agotado todas sus prestaciones y que tengan carga familiares un nuevo subsidio de 400 euros, una cantidad ligeramente superior a la que, hasta ahora, había ofrecido el Ejecutivo. Los sindicatos quieren que la ayuda a parados de larga duración sin ingresos sea de hasta 480 euros.
Pero la oferta no fue suficiente para los sindicatos, quienes demandaron un mínimo de 420 euros. Aun así, Fernando Lezcano, portavoz de CCOO, advierte de que "en todo caso ayer no íbamos firmar nada sin consultarlo con el órgano directivo". Y es que los sindicatos son conscientes de que "el Gobierno tiene prisa por cerrar el acuerdo", pero recuerdan que los efectos de la ayuda se aplicarán retroactivamente desde el 1 de noviembre, "por lo que vamos a seguir luchando".
Pero no todo fueron negativas. Gobierno y agentes sociales sí que fijaron que la ayuda económica será percibida durante un máximo de seis meses, duración en la que sí habrían cedido los representantes de los trabajadores.
Además, también hubo quórum en una propuesta que puso sobre la mesa la patronal CEOE. Según el comunicado conjunto que firmaron las tres partes, "será posible compatibilizar el programa con una actividad por cuenta ajena". La razón, según explica la patronal, es "lograr que este programa haga atractivo al desempleado lograr conseguir cualquier tipo de empleo sin, por eso, perder la ayuda". Según estas mismas fuentes, "no queremos que se vuelva a repetir el fracaso de otros planes similares".
En este sentido, la nota también recuerda que, bajo este programa, "los beneficiarios recibirán un tratamiento personalizado y servicios de empleo que se ajusten a su perfil profesional, bajo un itinerario individual destinado a su reinserción, que será objeto de seguimiento permanente".
Otro de los escollos es el periodo de vigencia. El Ejecutivo, en este sentido, puja por mantener la ayuda hasta la primavera de 2015, un límite que dista mucho de las reivindicaciones de los sindicatos quienes demandan, al menos, como imprescindible, hasta 2016.
La diferencia no es baladí ya que, en el caso de que se diera por buena la interpretación del Gobierno, la medida favorecería a unas 200.000 personas según sindicatos, mientras que CCOO y UGT apuntan hasta el medio millón. "Pero los recursos son finitos", recuerdan desde la patronal. "Lo importante es crear un puente hacia el empleo", zanjó.
Además, otro detalle que queda aún por definir es la "carga familiar". No obstante, para cumplir con este requisito, según fuentes presentes en la negociación, "valdrá con tener un hijo". Sí que habrá que acreditar la búsqueda activa de empleo, así como participar en la acciones de inserción propuestas por los servicios de empleo.
El nuevo plan está siendo negociado baja la máxima discreción. Así, tras dos horas y media de reunión, ninguna de las tres partes quiso comparecer ante la prensa.
En el comunicado conjunto, además, los tres frentes echaron balones fuera y apuntan que "los detalles serán presentados una vez hayan sido acordados con las comunidades autónomas". Algo que, según el Gobierno, ocurrirá "muy pronto".
Finalmente, la patronal no planteó otra de sus reivindicaciones, como la aprobación de bonificaciones o deducciones por la contratación de un desempleado de larga duración. Una propuesta que Empleo "no descarta".
A la reunión acudieron el presidente de CEOE y candidato a la reelección, Juan Rosell, y el recién nombrado presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, que concurrirá a los comicios patronales. Se trata de un primer cara a cara público después de que esta semana se conociera el contenido de una carta que envió el segundo a los más de 760 vocales que votarán en las elecciones sugiriendo presiones de Rosell para conseguir votos. "La patronal ayer estuvo muy callada", manifestaron los sindicatos.
La secretaria de Empleo del PSOE, Luz Rodríguez, apuntó ayer que "ya es hora" de que el Gobierno haya alcanzado este acuerdo "tras tres años de recortes". No obstante, acusó al Ejecutivo de "electoralista" por abordar esta medida en esta época. Desde IU, José Antonio García Rubio, criticó la propuesta "por insuficiente en la cantidad, muy limitada en cuanto a sus posibles beneficiarios y muy corta en el periodo de aplicación". Así, recordó que existen 700.000 hogares sin ningún tipo de ingreso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario