SINDICATOS AMARILLOS Y PATRONAL CANARIA ESCENIFICAN PÚBLICAMENTE SU ALIANZA
En el acto institucional, en el que también estuvieron presentes representantes de laConfederación Canaria de Empresarios (CCE) y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Tenerife, la patronal isleña y los dos principales sindicatos amarillos suscribieron un nuevo acuerdo con el que - según dijeron - "renuevan su compromiso de participar y colaborar de forma activa en el impulso de la economía canaria".
GUSTAVO SANTANA HABLA EN NOMBRE DE LA UGT... Y DE LOS EMPRESARIOS
Sin realizar el más mínimo esfuerzo para salvar la apariencia de unas organizaciones que aún se autodenominan "sindicatos de clase", los secretarios generales de UGT y CC.OO en Canarias expresaron abiertamente su apuesta por la unidad con los empresarios isleños.
En ese sentido, Gustavo Santana (UGT) reclamó al Ejecutivo autonómico que "se resitúe y que permita a empresarios y sindicatos participar en las políticas que tienen que ver con el empleo en las islas". Y es que, según Santana, el Gobierno canario "no apuesta por el diálogo social" al no contar con sus representantes.
En contraposición, el burócrata sindical afirmó - erigiéndose en una suerte de portavoz ocasional de la patronal - "que tanto empresarios como sindicalistas están dispuestos a discutir y a llegar a acuerdos en las cuestiones que preocupan, como la situación de desempleo".
JUAN JESÚS ARTEAGA DEFIENDE UN SUPUESTO "INTERÉS GENERAL"
Muy lejos parecen haber quedado, en efecto, los llamamientos al combate contra los ataques de la patronal que los dirigentes de UGT y CC.OO. realizaran en las manifestaciones convocadas por ambas centrales, de manera conjunta con el resto de sindicatos del Archipiélago, en los últimos tiempos. En una encendida defensa de la concertación social con la que, a lo largo de décadas, se ha logrado imponer en el Estado español uno de los mercados laborales más precarios de la UE, el líder de CC.OO.-Canarias, Juan Jesús Arteaga, criticó también el "excesivo protagonismo del interés político" que - en su opinión - se estaría poniendo "por encima del interés general y la voluntad de entendimiento".
"Lo peor que puede suceder en cuestiones donde todos nos estamos jugando los garbanzos de todos -dijo Arteaga - es un enfrentamiento entre administraciones y una falta de consenso".
De esta forma, el dirigente de Comisiones Obreras coincidió con su colega Gustavo Santana en "la necesidad de volver a la senda del acuerdo social y político".
Para ello, el secretario general de CC.OO.-Canarias pidió la promulgación de una ley de"participación institucional que reconozca la legitimidad de las organizaciones empresariales y sindicales". Uno de los puntos incluidos en el acuerdo bipartito firmado por Comisiones,UGT y los lobbies patronales.
Idéntica disposición mostraron los portavoces de CEOE-Tenerife y la CCE. El primero de ellos, aseguró que el documento conjunto firmado por ellos y los dos sindicatos se gestó como consecuencia de su "insatisfacción" por las actuaciones del "Gobierno canario en materia de concertación social".
Por su parte, el secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios, José Cristóbal García, añadió "que tanto empresarios como sindicatos van a colaborar en todos los aspectos que permitan consolidar la recuperación de la economía".
¿HABRÁ UN SINDICALISMO ALTERNATIVO EN CANARIAS?
En abril de 2012 se producía una reedición de ese pacto, presentado a la opinión pública por los representantes de la patronal, el ejecutivo derechista y los burócratas sindicales como imprescindible para hacer frente a "la situación en la que había quedado la Comunidad Autónoma después de los recortes previstos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE)".
En el ínterin, no obstante, se producía también un inexplicable cambio en la relación conComisiones Obreras y la UGT de los llamados sindicatos "alternativos". Paradójicamente, tras el estallido de la crisis capitalista las críticas radicales de estos últimos hacia quienes antes calificaban como "traidores" dieron paso, progresivamente, a una estrategia de "unidad sindical" concretada en la organización conjunta de movilizaciones como las del 1º de mayo o la Huelga General del 29 de marzo de 2012.
Bajo el supuesto de que la gravedad de los ataques perpetrados por el Gobierno del PPexigirían aparcar momentáneamente estas críticas, dicha "estrategia" se ha mantenido, pese a los desencuentros, hasta el momento presente. En este lapso de tiempo, sin embargo, quienes desde la izquierda defienden tal premisa no han podido explicar, fundadamente, qué beneficio podrían obtener las clases trabajadores del Archipiélago de su trabajo conjunto con dos aparatos estatales como CC.OO. y UGT que, de forma reiterada, han demostrado ser fieles vasallos de la burguesía autóctona y foránea.
Con la celebración de un nuevo 1º de Mayo a la puertas, pues, vuelve a plantearse una importante disyuntiva. ¿Celebrarán otra vez las organizaciones alternativas esta jornada con las centrales amarillas, contribuyendo a qué éstas puedan "lavarse la cara" una vez más? ¿O permanecerán en la trinchera que les corresponde, asumiendo tanto su propia capacidad de convocatoria como la necesidad de realizar una profunda autocrítica sobre su práctica y las causas de su limitada influencia actual?
La respuesta a esta incógnita indicará, en gran medida, si es razonable esperar en Canarias,a medio plazo, una respuesta sindical combativa a la altura del imponente reto histórico que nos ha tocado enfrentar.
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