lunes, 14 de marzo de 2016
“Los trabajadores fijos tienen demasiados derechos”. Un mensaje que es tan falso como antiguo.
"El catt con la FUERZA DE LA RAZÓN"
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Dos meses antes de la celebración de las elecciones del 20-D, la CEOE ( patronal española) en boca de su presidente Joan Rosell, se empleó a fondo para, desde todos sus medios posibles y afines (prensa, radio, podcasts, tv….) transmitir, difundir y aparentemente justificar frente a la sociedad el mensaje que mejor representa sus intereses y que es vendido bajo el pretexto de buscar un inexistente “bien común”: “Los trabajadores fijos tienen demasiados derechos”.
Un mensaje que es tan falso como antiguo y que, desde la CEOE, viene siendo percutido con la certeza que otorga saber que flotan sobre un mar de corrupción y clientelismos, que tarde o temprano arrojará los frutos pretendidos aunque sea de manera paulatina y a base de arañar ventajas con cada reforma laboral conseguida.
No hace falta remontarnos muy atrás en el tiempo, en 2004, el Presidente de la CEOE de Galicia, Antonio Fontenla, (Caso Someso, con “presuntas” irregularidades, corrupción, valoraciones catastrales , enajenaciones, adjudicaciones a dedo, ilegalidad en planes urbanísticos y todo tipo de expropiaciones a finales de los 80 y principios de los 90 durante el desarrollo de la urbanización de Someso, que costaron a las arcas públicas unos 50 millones de euros), repetía el mismo mantra argumentando que eran los derechos de los trabajadores fijos los “culpables” de la precariedad laboral.
Curiosamente, el 9 de Mayo de 2012, Construcciones Fontenla, de la cual “Don” Antonio era el máximo accionista, presentó suspensión de pagos y “concurso de acreedores” en el momento en que dicha sociedad elevaba su deuda a más de 40 millones de euros y no era capaz de hacer frente a ninguna de sus obligaciones.
Su empresa hizo de la precariedad laboral su principal fuente de ingresos, con prácticamente la totalidad de contrataciones temporales, precarias y escasamente remuneradas. Y pese a obtener el máximo beneficio del trabajo de los demás, sólo supo pedir dinero prestado una vez tras otra, hasta acumular 40 millones de deuda y ni un solo piso vendido en el año 2012. Al final, suspensión de pagos, acreedores engañados que acumularon pérdidas por el impago de Fontenla, trabajadores a la calle y si te vi ya no me acuerdo.
Que Construcciones Fontenla viviese de “conseguir” todo el crédito que pidiese en connivencia con las entidades bancarias y que el negocio girase en “conseguir” adjudicaciones de contratos públicos , el tal Fontenla prefería omitirlo de manera “discreta”. La misma discreción con la que omitía el modo en el que el dinero pasaba de las arcas publicas a bolsillos privados en base a concursos, adjudicaciones, licitaciones, recalificaciones, denuncias y todo tipo de negocios “políticos”, mientras públicamente culpaba a la estabilidad en el empleo de la existencia de precariedad, o dicho con otras palabras, la culpa de que existan muchos trabajadores temporales la tenían los derechos de los trabajadores fijos, de modo tal que si se quitasen esos derechos, los temporales pasarían a ser “estables”.
Por cierto, Antonio Fontenla, el mismo que dice que los trabajadores fijos tienen “demasiados” derechos, sigue siendo administrador de tres empresas más: Hidroeléctrica del Arnoya SL, Aparfont SL y Monelos Aparcamientos, y lo que es mejor, es accionista de otras seis empresas, entre ellas, Iglevaz, la sociedad creada por la familia del exalcalde coruñés Francisco Vázquez para gestionar sus inversiones eólicas.
Ya se sabe, nada mejor que las cadenas de favores, máxime cuando éstas se hacen estando por medio contratos, subvenciones y ayudas con dinero público….hoy por ti y mañana por mí.
Nada mejor que alcaldes y “empresarios” compartiendo el dinero de todos con empresas e intereses “comunes” mientras achacan todos los males a que los trabajadores indefinidos gozan de demasiados derechos.
Desproveer de derechos a los trabajadores fijos los convierte prácticamente en temporales sólo que con una etiqueta diferente. Y ya se sabe: déspido barato, sueldo barato, condiciones baratas, inestabilidad barata, precariedad barata y pobreza laboral garantizada. Eso sí, maximización del beneficio empresarial, mayor ganancia, mayor riqueza, mayores coches, mejores chalets unifamiliares , mejor American Express, y mejor menú en cenas de “Empresarios” brindando con el concejal y alcalde o el ministro de turno por una nueva adjudicación, un nuevo contrato o un nuevo “negocio” que permita seguir llenando los bolsillos con dinero de todos.
En junio de 2010, un señor llamado Gerardo, y de apellido Diaz Ferrán, presidente nacional de la CEOE, hinchaba la boca y los pulmones diciendo a los cuatro vientos que “limitar la temporalidad provocaba la destrucción del empleo”, para añadir cuatro meses más tarde aquello de “Sólo se puede salir de la crisis trabajando más y ganando menos..”
En Septiembre del año pasado (2015), Gerardo Diaz Ferrán fue condenado por la Audiencia Nacional a cinco años y medio de cárcel por robar de manera continuada todo el dinero a los clientes de su empresa Marsans. Como es natural, en principio lo había negado todo, llegando incluso al más puro estilo Pinochet, a fingir mal estado de salud o conspiraciones políticas que le acusaban sin fundamento alguno.
Acorralado por las deudas, los impagos y lo que es peor, por las acusaciones particulares, la movilización de los afectados y las inspecciones contables, policiales y por la evidencia, se derrumbó frente a un Juez , frente a los trabajadores que fraudulentamente no pagaba y continuamente engañaba y despreciaba, y frente a los cientos y miles de clientes robados, engañados y estafados.
Su defensa legal vio rápidamente que la única salida era conseguir algún atenuante que redujese la pena de cárcel, porque el sinvergüenza de su cliente no tenia defensa posible alguna.
Esa atenuante fue la “confesión” ante la sociedad y ante los clientes y trabajadores robados, engañados y estafados, y sobre todo ante el Juez, que no era más que un mentiroso, un estafador, un evasor de dinero, un delincuente y un ladrón. O dicho en términos jurídicos, según la sentencia, culpable de los delitos de alzamiento continuado de bienes, concurso fraudulento, blanqueo de capitales e integración en banda criminal.
Hace poco menos de veinte días, la Audiencia Nacional ha condenado de manera firme a este delincuente a otros dos años de cárcel y al pago de 1,2 millones de euros por el delito de apropiación indebida, robando a 4.706 clientes todo el dinero de las reservas efectuadas. Junto a ello, también fue condenado a dos años y dos meses de cárcel por el fraude a la Hacienda Pública en la compra de Aerolíneas Argentinas por Air Comet.
Suma y sigue en un total de más de 9 años de condena al que fuere flamante presidente nacional de la Confederación de Empresarios Españoles ( CEOE), y que resulta que lo único que en realidad era, es ladrón, estafador, integrante de banda criminal, evasor de impuestos y todo un delincuente con mayúsculas.
El mismo delincuente aupado por la patronal, que en todo momento era y es consciente de sus trapos sucios ( no en vano hasta el actual presidente Rosell sigue abogando por la “inocencia” de su predecesor..), y que vio en su figura la del valioso tonto útil que vocearía sin descanso los mantras ordenados.
Llegamos al presente, y el mensaje sigue igual, inalterado e impasible el ademán como más de uno de los apellidos de dicha patronal recuerda con nostalgia. A fecha de hoy, y tomando como referencia el año 2004 del citado Fontenla, ( con anterioridad España ya habia transitado por trece reformas laborales con el mismo propósito), se han producido cuatro reformas laborales, todas ellas flexibilizando cada vez más el mercado de trabajo, e inclinando la balanza ,sin ningún tipo de pudor ni recato, en detrimento de la parte débil: el trabajador.
Joan Rosell, actual presidente de la CEOE y sucesor en el cargo al delincuente confeso el “Sr.” Diaz Ferrán, y siguiendo la hoja de ruta marcada, tal y como decíamos al principio, hace escasos cinco meses acusaba a los trabajadores fijos de ser los causantes de la precariedad laboral, afirmando que los trabajadores fijos tienen demasiados derechos, y se hace necesario “relajarlos”. No era nada nuevo, lleva repitiendo lo mismo desde hace varios años, simplemente cambiando alguna palabra por otra, como ocurría en agosto de 2013 en declaraciones a Onda Cero, donde volvía a decir que “es necesario quitar privilegios a los trabajadores indefinidos”..
Llegados a este punto, es conveniente recordar por si alguien lo desconoce, que desde su fundación allá por el año 1977, y cada vez con mayor poder e influencia, es la CEOE quien dicta, influye, ordena, configura y diseña todas y cada una de las reformas laborales llevadas a cabo en nuestro país. El modus operandi, al igual que sus intenciones, ha sufrido muy poca variación: Incremento de propaganda y presión mediática elevando sus pretensiones y augurando pobreza y miseria si no se siguen sus postulados, diseño de la Reforma Laboral de turno sin parecer que se hace, publicación de la Reforma y de nuevo otra campaña mediática publicitando su malestar y queja por la “insuficiencia” de dicha Reforma o por la “suavidad” de la misma.
El resultado es evidente: con cada reforma se logra arrebatar y extinguir parte de los derechos sociales adquiridos y se logra avanzar un poco mas en la pretendida completa flexibilización del mercado laboral, una flexibilización que persigue la ausencia o mínima capacidad de control , supervisión y regulación pública en los procesos de contratación y despido, la ausencia de obligaciones de salarios mínimos, la ausencia de pactos salariales, y la conducción del trabajador para que sea éste quien , de manera individualizada, negocie su remuneración con el empresario en base a términos o condiciones fijados de antemano por la empresa , en una relación desigual en la que la negociación parte desde posiciones muy diferentes: débil la del trabajador y dominante la de la empresa.
Joan Rosell es consejero desde el año 2007 de Caixabank, antes conocida como “La Caixa”, la misma “Caixa” que tiene en nómina en Suiza como directora Internacional de la Fundación de dicha entidad bancaria a una tal Cristina de Borbon, a la sazón hija de quien fue “Rey” de España, Juan Carlos y hermana del actual, Felipe.
En menos de diez años, La Caixa subió más del 200% el salario a Cristina, abonándole una cantidad actual que ronda los 240.000 € anuales. Por supuesto, tan pronto como el escándalo Noos se hubo hecho de dominio público, el banco se apresuró a ofrecerle un destino fuera de España , concretamente en Ginebra ( Suiza), para seguir con su “gestión” sea esta cual fuere.
Sólo queda preguntarnos si el consejo del señor Rosell en dicha entidad pasó por pagar un cuarto de millón de euros a una persona que, para con sus propias empresas, ( las que tiene con su marido y yernísimo Urdangarín), resulta que firmaba las cosas sin mirar, afirmaba desconocer lo que se desarrollaba en ellas, y permanecía ajena a cualquier negocio llevado a cabo desde las mismas, mientras seguía firmando cada documento, contrato, papel o escrito que le llegaba.
Para la Caixa, y su consejero Rosell, los derechos de Cristina como indefinida siempre serán pocos.
Juan Rosell tambien fue consejero de Enher, empresa eléctrica que fue absorbida y fusionada con ENDESA, y que se vio envuelta en no pocos negocios, cuanto menos “sospechosos”. Sirva como ejemplo la adjudicación de la conducción y aprovechamiento hidroeléctrico del embalse de Yesa, en la que se cometieron todo tipo de irregularidades, miradas hacia otro lado y vulneraciones de las leyes medioambientales, en tanto en cuanto se hizo cuanto fue necesario para silenciar el grave daño, deterioro y perjuicio por el impacto ambiental que suponía. Hasta tal punto fue la presión e influencia para conseguir la obra (por supuesto, pagada con dinero publico), que Dolores Carrillo Dorado, por aquel entonces Directora General de Evaluación Ambiental, derogó la vigente Declaración de Impacto Ambiental y “elaboró” otra nueva que ignorase el daño y satisficiera los intereses de los promotores.
Nadie como Rosell para explicar que, en temas de electricidad, los enchufes son un elemento básico.
La lista de consejerías es realmente grande ( Enher, Endesa, Uniland, Siemens, Aguas de Barcelona, Caixa Bank , Gas Natural o Applus..) , sólo con ver dichos nombres cualquiera se puede imaginar la limpieza del tablero en el que juega.
Consejerías aparte, Joan Rosell era propietario de Tecnitoys, la empresa que fabricaba los “Scalextric”, y que se declaró en quiebra y concurso de acreedores ( conviene tener muy en cuenta que el actual uso generalizado que se da a la figura del concurso no es otro que el de liberarse de parte del pasivo o deudas pendientes, logrando de este modo la continuidad de la empresa gracias al impago acordado o impuesto a los acreedores, que no tienen otra alternativa entre cobrar la mitad o no cobrar nada), contando en dicho momento entre sus accionistas a su propio padre Juan Rosell Codinachs, el grupo Planeta y el grupo Arnau.
En el momento de la declaración de quiebra, su pasivo alcanzaba los 14 millones de euros, mientras que su principal activo, Scalextric, misteriosamente, había sido previamente vendido al grupo Borrás por una cifra desconocida. Tan desconocida como el numero de acreedores que vio como la empresa bajaba la persiana y dejaba de pagarles las facturas pendientes.
Cualquiera podría llegar a dudar y pensar que Tecnitoys vendió los activos de la empresa de manera fraudulenta para no tener que perder dinero sus propietarios a la hora de hacer frente a las obligaciones y deudas pendientes….cualquiera menos los trabajadores que se fueron a la calle y los acreedores que se quedaron sin cobrar todo o parte de lo que se les debía, éstos lo tenian más que claro.
Desde la patronal, se actúa como lobby al servicio de los intereses propios, unos intereses que no representan ni tan siquiera el 2% de la sociedad española, pero que nada serían sin la existencia del 98% restante y sin que éste se hallase a su servicio.
Las empresas del IBEX 35, actualmente emplean a 1,12 millones de personas, lo que supone sobre el total de población activa, ( 22.8 millones) que “dan” trabajo directo a únicamente el 4.91 % de la misma.
Pagan menos en impuestos que en el reparto de dividendos a sus accionistas. Todas ellas, prácticamente sin excepción, están en situación de default técnico, o quiebra , por más que se intente afirmar que sólo el 40% de las mismas se halla en dicha realidad. Sostenidas por operaciones crediticias, inyecciones de dinero público y contratos a costa del ciudadano de a pie, mantienen complejos entramados societarios en los más diversos paraísos fiscales, para garantizar el adecuado trasvase de fondos ( en castellano se llama evasión) y no tener que tributar en España, cobrando del país pero pagando nada o lo mínimo para no levantar sospechas, y saqueando las arcas publicas de la manera más vergonzosa y ruin que uno pueda llegar a imaginar.
Asientos en consejos de administración, donde justificar el cobro de una nómina y pagar por los servicios prestados a una interminable caterva de políticos que vendieron y siguen vendiendo lo que queda de país al mejor postor, han hecho del concepto de puertas giratorias un modo de vida del mismo modo que las hienas lo hicieron a base de devorar carroña.
El único objetivo, es el mismo que se pretende desde las tesis liberales : reducir el Estado a la minima expresión posible, desproveer de cualquier sistema de protección social y capacidad de control o regulación públicos, dividir y aislar al trabajador para que éste compita a la baja por su trabajo, y soñando con que llegue el dia en que sólo pida comida a cambio de trabajar.
La flexibilidad, no se puede imponer en la mayoría de países europeos de manera inmediata y repentina, por lo que se hace necesario ir aplicándola de manera paulatina, poco a poco, arañando con cada reforma laboral un poco más de protección al débil y un poco más de derechos, hasta llegar a conseguir la flexibilización pretendida sin que la sociedad se dé cuenta de ello, y por supuesto, para cuando dicho momento llegue, sin que dicha sociedad tenga ya mecanismos o resortes para reaccionar y rebelarse.
Esa rebelión o capacidad de reacción, hace ya mucho tiempo que dejó de ser una realidad, para convertirse en una palabra de ficción, más cercana a los cuentos de hadas que a la capacidad de todos para defender ya no sólo nuestros derechos, sino la propia supervivencia a futuro.
Rosell sabe muy bien que cuenta a su favor no con miles, sino con millones de españoles que seguirán afirmando aquello de “Son quienes me pagan, yo no quiero saber nada de nada ni meterme en problemas…..”
Mientras, en España, durante el año 2015 se alcanzó el máximo histórico de contratos temporales firmados: 17,07 millones frente a un mísero dato de 1,5 millones de contratos indefinidos.
Actualmente la duración media del contrato precario en España ( del contrato temporal) es de 53,4 dias.
Y es sólo el principio, todavía queda mucha precariedad por llegar.
Pueden estar completamente seguros.
Antonio J. Mayor
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